Banca: razones para ser optimistas, pese a la amenaza en las sombras




Alejados de las multas millonarias de 2013 y de los bajos retornos sobre el precio de las acciones y bonos vencidos, los grandes bancos de EEUU tienen muchas razones para ser optimistas este año. 

Las tasas de interés están al alza. Este fue un fenómeno doloroso para los negocios de hipotecas en 2013 mientras los propietarios ya no son capaces de volver a pagar a tasas más bajas y no están pagando a los bancos para hacerlo. Los ingresos han caído abruptamente y miles de trabajos se han perdido. Pero para banqueros como John Stumpf, de Wells Fargo, este es un precio a corto plazo que vale la pena por una mejora en su negocio principal. Tasas más altas y una curva más pronunciada de interes engrosará los márgenes de interés entre la tasa que los bancos pagan a los depositarios por fondos y la tasa a la que prestan.

La economía de EEUU está retomando la marcha. La razón por la que las tasas suben tiene que ver con una caída en el desempleo y un crecimiento más fuerte. Estas son buenas noticias para todas las áreas bancarias, especialmente para la banca de EEUU, como JPMorgan Chase, Bank of America y Wells Fargo. A medida que la recuperación toma fuerza, dos eventos que han brillado por su ausencia en el período post crisis deberían aparecer:  un crecimiento en los préstamos y un mayor volumen de adquisiciones corporativas.

Las últimas facturas legales de la crisis están llegando. Más bancos pagarán para resolver acusaciones de que vendieron valores respaldados por hipotecas después de que JPMorgan fuera penalizado por US$13.000 millones, con BoA y Citigroup entre los bancos en la mira del departamento de Justicia de EEUU. Pero los costos legales debieran caer a partir de ahora, ayudando a los bancos a levantarse.

Los vientos políticos están cambiando: 2013 fue el peor año desde la repercusión inmediata de la crisis para los bancos en Washington. Hubo grandes multas, llamados del congreso a separar los bancos y una postura sorprendentemente dura de parte de los reguladores sobre el apalancamiento y las transacciones de commodities. Aunque hay algunos opositores republicanos a la industria financiera, la crítica es predominantemente de los demócratas. Los sondeos se han inclinado significativamente hacia los republicanos en las últimas semanas, trayendo la expectativa de que el partido republicano recupere el control del Senado en las elecciones de noviembre. Eso obstaculizaría  las posibilidades de que Sherrod Brown, senador demócrata y uno de los mayores críticos de los bancos, sea director del comité de los bancos. Con un liderazgo demócrata, los reguladores se verían agobiados por el comité para responsabilizar a los bancos con regulaciones en lugar de que los critiquen por ser muy blandos.

Las acciones han subido. Los bonos no han vuelto a los niveles previos a la crisis para la mayoría de los bancos de inversiones. Los banqueros se sienten más ricos. Y, más importante, también los inversionistas, aliviando los motivos para los fuertes votos de protesta de los accionistas que han golpeado a bancos como JPMorgan y Citi durante las juntas anuales de accionistas en los últimos años.

Los retornos están mejorando. Los inversionistas han comprado acciones de los bancos porque perciben correctamente que fueron sobrevendidas después de la crisis y que la rentabilidad está mejorando. Eso no significa que esté fuerte. Citi, BoA y Morgan Stanley están ganando menos de un 10% de retorno en acciones. Pero con mejores tasas, la disminución de los costos legales y la expectativa de una mayor devolución de capital a los accionistas, la mayoría de los bancos debieran alcanzar el punto de equilibrio hacia fin de año.

Igualmente vale la pena equilibrar el optimismo con la preocupación. Después de la mejora esperada para el año siguiente, las oportunidades de crecimiento a mediano plazo se ven inciertas. En el pasado, este habría sido el momento para buscar adquisiciones, pero la Fed ha mostrado una profunda antipatía con las fusiones de bancos. BoA, JPMorgan y Wells Fargo ya tienen prohibido adquirir nuevos bancos por una regla que no lo permite después de haber juntado más del 10% de los depósitos nacionales.

Mientras, la amenaza de los llamados bancos en las sombras es muy evidente como para ignorarla. Solo observe el negocio de la hipoteca donde organizaciones no bancarias como Quicken Loans y servicios como Nationstar están tomando grandes trozos del mercado. Incluso a medida que los reguladores restringen a los bancos, parecen inseguros en cuánto quieren regular a sus rivales en las sombras.

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© The Financial Times Ltd, 2011.

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