Era sabido que el crecimiento económico del gobierno de Michelle Bachelet sería el más bajo en la historia reciente (al menos desde 1960), pero el Banco Central de Chile revisó las series de los últimos cuatros años, concluyendo que el alza del PIB había sido aún menor al anticipado.
De acuerdo a las Cuentas Nacionales del ente emisor, el crecimiento de los últimos cuatro años fue de solo 1,7% -por debajo del 1,8% previsto inicialmente- donde el punto más débil fue el año 2016, que sufrió una fuerte corrección a la baja (0,3 décimas) aterrizando así en 1,3%. Además, el PIB 2017 decepcionó al cerrar en 1,5%, dado que se esperaba una cifra más cercana al 1,6%-1,7%, consecuencia de un primer semestre aún más lento que lo informado en primera instancia.
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En particular, sufrió la corrección de la actividad del periodo enero-marzo de 2017, que creció 0,1%, pero cuya revisión lo llevó a una caída de 0,4%, siendo el único trimestre negativo desde la crisis financiera internacional de 2009. En tanto, el trimestre abril-junio del año pasado avanzó solo 0,5%, la mitad del crecimiento informado previamente.
En ambos casos, el ente emisor informó que la minería había caído más que lo anticipado, y en el contexto de la paralización de Minera Escondida en 2017, revisó el PIB del sector a un desplome de 11,4% anual el primer semestre.
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Pero el año 2016 fue aún más débil, tras una corrección a la baja de 1,6% a 1,3%, incidida principalmente por la revisión en la industria manufacturera (que pasó de un -0,9% a -2,4%).
Con las nuevas cifras sobre la mesa, y desde la reunión del G-20 que se realiza actualmente en Buenos Aires, Argentina, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, sostuvo que "nuevamente nos llevamos una mala noticia; la revisión bastante fuerte de 2016 (...) junto con la de 2017, hace que tengamos una décima de crecimiento promedio para el periodo 2014 2017. Un crecimiento de 1,7%, que no puede sino considerarse como paupérrimo para nuestra economía".
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Larraín señaló que "esto confirma lo que veníamos planteando, que el crecimiento no está garantizado" y agregó que "tenemos una enorme tarea por delante. El Imacec de enero 2018 se revisa de 3,9% a 3,5% (...) si alguno pensó que estábamos listos con esa cifra, aquí viene una nota de realismo".
Visión de mercado
Con todo, los expertos se enfocaron principalmente en las consecuencias que tendrán las cifras para 2018 y siguientes años, asegurando que el panorama se refuerza con mejores datos el tercer y cuarto trimestre del año recién terminado.
En especial, destacó la recuperación de la inversión, que si bien anotó su cuarta caída anual consecutiva en 2017, el cuarto trimestre avanzó 2,7% anual, su mejor desempeño desde el tercer periodo de 2015. Además, significó el fin de una racha negativa de los últimos cinco trimestres.
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En esta línea lo planteó Jorge Lorca, economista senior de Banchile Inversiones, señalando que "los datos del último trimestre de 2017 muestran un ostensible cambio de tendencia con respecto al letargo de los trimestres anteriores, y proporcionan una base de comparación clave para que la economía crezca efectivamente por encima del 3,5% este año". Apostó por un alza de la inversión cerca de los dos dígitos, en línea con un componente de maquinaria y equipos que avanzó 10,8% anual entre octubre-diciembre de 2017. Además, la inversión en construcción y otras obras moderó con fuerza su retroceso el cuatro trimestre, a -1,7%.
Por su parte, Alejandro Fernández, economista de Gemines, indicó que "habría que ver si el menor crecimiento anterior generó mayores holguras de capacidad para lo que viene, lo que haría un tanto más fácil crecer más".
Además, planteó que la evolución de la inversión en el margen "permite confirmar las expectativas que la formación bruta de capital fijo podría crecer entre 8% y 10% este año". El pero, indicó, es que "para que eso se consolide dependerá de cómo se va moviendo la política económica, como la reforma tributaria o el reducir la tramitología de proyectos, entre otros".
En esta línea, manifestó que "no tendríamos crecimientos sobre el 2% si no tuviéramos el cambio de expectativas que generó el fin del ciclo político anterior".
En la otra vereda, el economista de la Fundación Chile 21, Eugenio Rivera, sostuvo que las mejores expectativas para estos años "está muy correlacionado con el precio del cobre. Es impresionante, sin duda este factor juega un rol decisivo". Agregó que "es probable que el commodity se ubique al menos 20 centavos sobre el precio promedio de 2017. Además, la economía internacional presenta perspectivas más favorables, eso eleva expectativas de los agentes económicos locales".
Y si bien Rivera reconoció que las políticas pro inversión del nuevo gobierno también ayudan a la mejora en la confianza, alertó que "un riesgo es que esta administración sea percibida como demasiado ligada al mundo empresarial, y si el movimiento social y los trabajadores creen que no serán escuchados, podrían llevar a mayores paralizaciones, por ejemplo en el sector cuprífero".
La nota de cautela la puso BBVA Research, al señalar que "los sectores no mineros pierden importancia dentro del PIB, lo que sumado al menor dinamismo que muestran los datos en el margen, llevarían a moderar el optimismo respecto al crecimiento para 2018".
Sectores económicos
La minería fue el factor fundamental a destacar los últimos ejercicios, ya que al cerrar 2017 con una baja de 2%, el sector terminó una racha de tres años consecutivos en terreno negativo. En el margen creció un relevante 6,8%.
La manufactura, en tanto, se incrementó 3,5% el cuarto trimestre, su mejor desempeño desde el tercer trimestre de 2013.
El sector comercio, restaurantes y hoteles a su vez también anotó un récord en casi cuatro años al cierre de 2017 (4,2%), mientras que servicios financieros y empresariales (1,8%) y servicios personales (4,1%) también repuntaron entre octubre y noviembre de 2017.