El Banco de Inglaterra (BoE) mantuvo el jueves sin cambios sus tasas de interés, pero dos autoridades en el consejo del organismo votaron inesperadamente a favor de un aumento inmediato de los costos de financiamiento, en un comunicado que refuerza la expectativa de un ajuste monetario en mayo.
Ian McCafferty y Michael Saunders -que fueron las primeras autoridades del BoE en hacer un llamado a elevar las tasas en el 2017- dijeron que es hora de subir los tipos nuevamente, en el que sería apenas el segundo ajuste para el banco central británico desde la crisis financiera del 2008.
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A nivel global, la economía está creciendo a su ritmo más rápido desde la crisis financiera de 2007-2008, ayudando a Reino Unido en un momento en que está sufriendo por la incertidumbre generada por el Brexit.
La Reserva Federal de Estados Unidos elevó las tasas por sexta vez desde la crisis financiera. Incluso el Banco Central Europeo (BCE) -que sigue lidiando con un crecimiento anémico de los precios- tiene previsto empezar a reducir sus compras masivas de bonos.
El Comité de Política Monetaria del BoE arrojó una votación de 7-2 en favor de mantener la tasa de interés de referencia sin cambios en 0,5%, pero dijo que es probable que se requiera una "senda de endurecimiento" de la política monetaria para llevar a la inflación hasta su meta de 2,7%.
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"El mensaje del Banco de Inglaterra a los prestatarios no podría ser más claro: prepárense para unas tasas más altas ahora", afirmó Ed Monk, de la gestora de fondos Fidelity International.
Los mercados financieros se mostraron relativamente indiferentes, aunque la libra esterlina tocó brevemente un máximo de nueve meses frente al euro.
Los inversionistas apostaban a una posibilidad del 70% de un aumento de tasas en mayo incluso antes del comunicado del jueves y ven opciones similares de otra subida adicional más adelante en 2018.