Los bonos del Tesoro estadounidense fueron los protagonistas de una liquidación global de papeles de deuda de gobiernos. Las ventas las propició la decisión del Banco de Japón de disminuir sus compras mensuales de activos, lo que puso el foco en el panorama de la política monetaria mundial.

El rendimiento del bono a 10 años subió sobre 2,5% hasta su máximo nivel desde marzo del año pasado, mientras que el yen avanzó frente a sus pares y el oro cayó aún más desde el máximo de tres meses que tocó la semana pasada. Por su parte, los índices de acciones de EEUU, S&P500, Dow Jones y Nasdaq, avanzaron hasta alcanzar nuevos récord.

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"Estamos viendo a muchos compradores extranjeros, que vendrían en cualquier momento en que nos movíamos cerca de estos niveles, que ya no están viniendo", dijo a Bloomberg el jefe de renta rija de MCAP en Nueva York, Michael Franzese. "Esto me asusta un poco. Tengo un ojo en el botón de salida constantemente", añadió. En tanto, Bill Gross, de Janus, tuiteó ayer que el "mercado pesimista se confirmó", con las línea tendenciales a 25 años rompiéndose en los vencimientos de bonos del Tesoro a 5 y 10 años. En 2017 había dicho que los rendimientos a 10 años persistentemente sobre 2,4% indicaban un mercado pesimista, aunque explicó la semana pasada que incluso así los inversionistas no perderían mucho dinero.

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