Los mayores bancos del mundo elevaron la presión sobre los líderes de la eurozona -y otros del Grupo de los 20- a tomar medidas más fuertes para combatir la crisis de deuda del continente e impulsar el crecimiento global, citando los crecientes temores del mercado.

“Los riesgos de una recesión global… son muy reales”, planteó Charles Dallara, director del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, su sigla en inglés) en una conferencia de prensa.

Dallara exigió un “plan y calendario que nos muestre hacia dónde va Europa”, diciendo que “las líneas de esa necesidad se están haciendo cada vez más claras”.

En una carta al presidente mexicano, Felipe Calderón, el IIF dijo que la cumbre del G20 la próxima semana en Los Cabos era la más importante en tres años y que los inversionistas la miraban con expectación en busca de evidencias de una respuesta global.

El IIF -un influyente grupo con sede en Washington, que incluye a los bancos más grandes del mundo- sugirió que los líderes de la eurozona debieran tomar medidas hacia alguna forma de fondo de rescate de deuda o de eurobonos como un “ingrediente integral de una unión monetaria efectiva”. Sin embargo, en medio de la resistencia de Alemania, el IIF destacó que era “quizás el aspecto políticamente más desafiante del proceso”.

La organización también planteó que debieran considerarse los elementos de una unión bancaria en Europa, diciendo que debieran cortar la “retroalimentación negativa entre los problemas de los países y los bancos y reconstruir la confianza de los mercados”.

Estas medidas contendrían una “autoridad supervisora centralizada, seguros de depósito bancarios en toda la región y fondos de recapitalización comunes para la banca”.

La carta del IIF refleja los crecientes temores de que la crisis en Europa haya alcanzado un punto de inflexión. “Hay señales preocupantes de fragmentación, incluyendo la contracción en la banca internacional, reducciones en el préstamo transfronterizo y en los mercados de financiamiento”, planteó.

“Estamos viendo evidencia clara de que las decisiones corporativas están retrocediendo y los inversionistas se están moviendo hacia lugares más seguros aunque pasivos… creando tensiones adicionales en los mercados”.

El grupo dijo que esperaba acción no sólo por parte de los líderes de la eurozona en la próxima cumbre del G20, sino que también de otros países. Afirmó que había un fuerte argumento para que Estados Unidos extendiera las rebajas tributarias de la era Bush debido a que expirarán a fin de año, con el fin de evitar un “precipicio fiscal” en la mayor economía mundial. Además, el grupo cree que China debe articular un camino de crecimiento más enfocado en el consumo interno.

“En este punto, la coordinación global -más allá de Europa- es de la mayor importancia”, afirmó Dallara.

Pero en el frente de Estados Unidos, si bien los republicanos en el congreso y la administración Obama concuerdan en que la mayoría de los recortes tributarios de la era Bush debieran extenderse, no están de acuerdo acerca de lo que debieran hacer con las tasas para los estadounidenses más ricos.

La Casa Blanca quiere que expiren para aquellos que ganan más de US$250 mil por año, mientras los republicanos quieren extenderlos, llevando a un estancamiento virtualmente sin solución en un año electoral.

La reunión del G20 la próxima semana ocurrirá tras las elecciones legislativas del domingo en Grecia, y el IIF dijo que era importante para el nuevo gobierno de Atenas “reafirmar su compromiso con los principios de su programa de reforma”.

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