Más de 8.000 millones de dólares anuales se transan en la adquisición de productos y servicios que permiten el funcionamiento de los organismos del Estado. Se trata de un 3% del PIB según da cuenta la página de ChileCompra. Por lo tanto, las compras públicas representan una oportunidad para, al introducir criterios de sustentabilidad en la generación de esos bienes y servicios, generación transformaciones clave en el mercado.
Barbara Morton lo sabe muy bien. Conoce del tema desde que estaba a cargo de las adquisiciones en el sistema de salud británico, hasta ahora que es consultora internacional en el tema a través de su propia empresa, Sustainable Procurement Limited y como representante del grupo de trabajo de Marruecos en compras públicas sustentables.
En esa calidad fue que vino a Chile por primera vez en 2009, para ver de qué manera Chile podía incorporar esos criterios. Ahora volvió para un workshop y para reuniones con el ministerio de Medio Ambiente y con ChileCompra.
¿Desde entonces y hasta acá, qué evolución ha visto en Chile al respecto?
- Eso fue hace cinco años y ChileCompra ha hecho un progreso, considerando criterios de compras públicas sustentables a través de contratos que se hacen con un marco de consideraciones de sustentabilidad, que reflejan algunas de las preocupaciones clave de la lucha contra el cambio climático. Para conseguir las prioridades del gobierno respecto a reducciones de emisiones de CO2, por ejemplo. También estuvimos conversando acerca de tasas de reciclaje. Se puede ver que algunas de las prioridades del gobierno están consideradas en estos contratos.
El criterio de sustentabilidad se incorporó a las compras públicas de manera voluntaria, ¿cómo es en UK?
- En UK tenemos acuerdos sectoriales para un rango de productos. Son 12 categorías de productos que deben cumplir con estándares obligatorios cuando se trata de ministerios y órganos del gobierno central. Cuando se trata de proveedores de otros organismos del sector público, por ejemplo, para el sector salud, para ciertas agencias, se hace la recomendación de seguir estos estándares también.
A través de las compras públicas se puede generar un mercado más sustentable en general, con ayuda a los proveedores, por ejemplo, para que puedan subirse a este carro. ¿Usted lo cree?
- Bajo la perspectiva del grupo de trabajo de Marruecos las compras públicas sustentables son una oportunidad para liderar un proceso así. En muchos países las compras públicas mueven una cantidad importante de recursos por lo que pueden ayudar a estimular la generación de bienes y servicios más sustentables. Si bien está pensando en las compras públicas, sí puede tener impacto en las conductas de consumidores privados. De hecho, el desarrollo de nuestros estándares viene de un programa de transformación del mercado que se hizo hace muchos años que influenció al consumo privado, favoreciendo conductas de eficiencia energética, por ejemplo, con nuevas líneas de refrigeradores, lavadoras y otros electrodomésticos. Con el paso de los años hemos visto esto en los productos que puedes comprar en el supermercado y que también son objeto de compras públicas. Así que sí, a través de estos estándares puedes dirigir los cambios más rápidamente.
¿Dentro de esta lógica, el Estado puede ayudar a los pequeños productores a ser competitivos respecto a productores más baratos en China o India, por ejemplo?
- Esto está en el corazón de la lógica que estamos adoptando internacionalmente, desde Marruecos, estamos muy preocupados porque estos se adapten a la realidad de cada país. En Chile la promoción de oportunidades para pequeños y medianos productores para que puedan competir es absolutamente fundamental. En UK tenemos objetivos, pero la proporción actual en Chile para las Pymes no es muy grande. Este proceso no puede estar completo si no hay señales desde el gobierno sobre su hoja ruta de cómo comprará ciertos productos en el futuro (considerando eficiencia energética, menos carbón, menos residuos, etc) y así permitir a las pymes saber cómo serán las cosas para adaptarse y responder a esos requerimientos. Tenemos que hacer cumplir las reglas, pero al mismo tiempo dar las posibilidades de adaptarse a ellas.
¿Y si los productos locales siguen siendo más caros, qué pasa en tal caso?
- Todo depende de la evaluación. Puede ser que un producto sea muy barato al principio, pero caro a la larga. En mi criterio, si el mercado chileno puede satisfacer las demandas, no me tengo que preocupar tanto, pues puede que el producto de China o India dure seis meses o un año, pero el producto local puede durar más tiempo. Así que las importaciones baratas no son la mejor manera de mantener el mercado competitivo. No es una buena señal. Tienes que considerar no sólo el costo del producto, también su calidad, el de su reemplazo y del residuo que genera. Es decir, que el paquete final sea costo efectivo.
¿Pero se toman decisiones de largo plazo en alguna parte?
- En algunos casos, pero no universalmente. Pero si vamos a tratar de tener sustentabilidad en el futuro, uno de nuestros desafíos es aceptar que el retorno no se verá la próxima semana, ni el próximo mes, a veces ni el próximo año. Hay que estar preparados para invertir en buenos modelos, ahorrando dinero en energía y poner esos ahorros en la generación. Hay que tener valor para estar preparados para cambiar la mordida del corto plazo, por la ganancia del largo plazo. Y eso está comenzando a ser más popular. Me gusta pensar en eso.