Ha sido una semana vibrante para Barcelona. La capital catalana recibió 107 mil personas durante los últimos días. Todas llegaron con un mismo objetivo: participar del mayor encuentro anual de la industria de telefonía móvil y una de las ferias tecnológicas más importantes del planeta (junto con CES de Las Vegas): el Mobile World Congress (MWC) 2018.
Si bien el congreso comenzó oficialmente el lunes, el domingo empezaron los primeros eventos, llegaron gran parte de los visitantes y la ciudad demostró desde el primer minuto estar a la altura del acontecimiento. Invitados por Movistar y Samsung, ya en el aeropuerto, se podía ver el despliegue del evento. Varias personas con los logos del MWC recibían a los turistas, indicándoles dónde recoger sus credenciales y entregándoles una tarjeta del Metro de Barcelona que funcionaría totalmente gratis hasta ayer, el último día de la feria.
[ze_adv position="adv_300x100" ]
Esa fue la tónica durante los cinco días. Los taxistas, ubicados en diferentes puntos de la ciudad, hacían ordenadas filas para recoger a aquellos que optaban por ese medio de transporte, igual de ordenados. Por su parte, en el Metro, los conductores avisaban cuales eran las mejores conexiones para los que iban al Fira de Barcelona, la sede principal del encuentro. En este lugar las filas eran bastante ágiles y las personas que hacían chequeo de credenciales y pasaportes hablaban diferentes idiomas para poder comunicarse con el público procedente de diferentes partes del mundo.
[ze_adv position="adv_300x250-A" ]
Ni la lluvia, ni el frío, ni la nieve que cayó, ni siquiera las manifestaciones políticas que hubo debido a la visita del rey Felipe VI -que viajó a la capital catalana para la inauguración del MWC- opacaron lo que pasaba en el Fira donde, entre otras cosas, se conversaba de 5G, de inteligencia artificial y del internet de las cosas, los temas que marcaron la pauta.
Lo que sí tuvo a todos expectantes fue el anuncio de la sede para el próximo año del MWC. Y es que, si bien Barcelona ha sido anfitriona desde 2006 y el contrato que tiene la ciudad con los organizadores del evento, la GSMA, es hasta 2023, hubo mucha especulación a si la crisis política de fin del año pasado -tras el referendo independentista de octubre- y el atentado de agosto tendrían algún efecto en esa decisión.
[ze_adv position="adv_300x250-B" ]
"El Mobile ha crecido con nosotros y la ciudad le aporta mucho. Cualquier organizador de eventos internacionales sabe que cuando organizas algo en Barcelona crece el número de visitantes por las ganas que tiene la gente de venir", comenta el comisionado de promoción económica, empresa e innovación del ayuntamiento de Barcelona, Lluís Gómez quien aseguró que "no había duda" de la continuidad del evento en la ciudad.
La permanencia del Mobile en Barcelona fue confirmada ayer en la tarde tras el cierre de puertas del evento. La próxima edición del MWC se realizará en la capital catalana entre el 25 y el 28 de febrero de 2019.
[ze_adv position="adv_300x250-C-net" ]
Los highlights tecnológicos
Sin duda el lanzamiento más esperado fue el del Galaxy S9, el nuevo smartphone de Samsung. La presentación del reciente miembro de la familia Galaxy se realizó el domingo en el evento llamado Unpacked 2018.El foco del nuevo dispositivo está en la cámara, la cual posee tecnología de última generación que permite realizar fotografías con baja luz, hacer videos super slow-mo -una cámara lenta que capta 960 cuadros por segundo- y crear emojis personalizados, basados en el usuario. Durante la feria la gente esperaba pacientemente para poder probar el nuevo teléfono y -especialmente- crear sus propios emoticones.
Otra de las marcas que atrajo la mayoría de las miradas fue Huawei. El gigante chino desarrolló una integración basada en inteligencia artificial que le permite controlar remotamente a un vehículo sin conductor. En las cercanías de la feria, la compañía realizó demostraciones con un modelo Panamera de Porsche.
Nokia también fue foco de atención este año al apelar nuevamente a la nostalgia. La marca finlandesa revivió su modelo 8110, el mismo que usaba Keanu Reeves en Matrix. Está versión del teléfono -que no es un smartphone pero que tiene acceso a la red 4G- viene en negro, como el de la película, y en amarillo por lo que también se le conoce como "banana phone".