BBVA Research ha rebajado sus previsiones de crecimiento para la economía española, marcada por la incertidumbre derivada de la crisis en Cataluña. La entidad financiera estima que España crecerá un 3,1% este año y un 2,5% el siguiente. En julio, estimaba un avance del 3,3% y del 2,8%, respectivamente. "La incertidumbre vuelve a ser el principal riesgo sobre la actividad económica", apunta el BBVA en su informe publicado hoy.
En cualquier caso, la entidad financiera reclama prudencia a la hora de analizar las consecuencias de la crisis política. "Estimar el impacto en el PIB asociado al actual entorno política en Cataluña es especialmente complicado", indica BBVA. Según sus estimaciones, la incertidumbre generada por el proceso independentista podría restar entre un 0,2% y un 1,1% el crecimiento respecto a la evolución que registraría en ausencia de este clima de tensión. Ello implica un impacto entre 2.300 y 13.000 millones de euros. Que la realidad se acerque más a una u otra cifra dependerá de si la crisis se prolonga en el tiempo. BBVA se muestra relativamente optimista. "Con la información disponible al cierre de la revista, se espera que en el escenario más probable el impacto sea limitado, y que el crecimiento del PIB se sitúe en el 2,5% en promedio en 2018.
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De hecho, Rafael Doménech, responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA, señaló que en su escenario no figura que Cataluña entre en recesión. Apuntó que todas las estimaciones deben tomarse con la máxima cautela y que el impacto de la incertidumbre en la economía sería superior en Cataluña que en el resto de España, pero sin provocar una caída real de la actividad.
BBVA opina que uno de los efectos del clima político actual es que se están dejando de abordar reformas relevantes que podrían elevar el PIB potencial. La entidad apunta, por ejemplo, que está pendiente la reforma del sistema de financiación autonómica, del sistema de pensiones o la mejora en el funcionamiento del mercado laboral. "Es imprescindible que la prioridad legislativa pueda retornar hacia estos temas y que se puedan construir los consensos necesarios para consolidar la recuperación", apunta BBVA.
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La semana pasada, el Banco de España alertó de que si la crisis catalana se prolongaba en el tiempo, Cataluña podría entrar en recesión y el conjunto de la economía sufrir una fuerte desaceleración. Calculó que el impacto podría alcanzar los 29.000 millones de euros en los dos próximos años.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) también señaló el viernes que, en el peor de los escenarios, la incertidumbre derivada del proceso soberanista tendría un coste de hasta 6.000 millones en el PIB catalán sólo en 2018. La Autoridad Fiscal estimó que la crisis podría restar hasta 2,7 puntos de crecimiento. Aun así, su escenario central era más optimista y apuntaba a un impacto en torno al 0,7%. También el Banco de España se mostró confiado en que la situación se recondujera y el coste económico fuera limitado.
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Si bien habrá una desaceleración, todos los analistas coinciden en que España mantendrá un evolución positiva. El crecimiento global, el precio del petróleo, los tipos de interés bajos y la prima de riesgo reducida por el efecto de las compras del BCE son factores que contribuirán al crecimiento económico de España. Sin ese entorno positivo, la crisis en Cataluña sería aún más preocupante.