La política monetaria tiene como objetivo tratar de suavizar los shocks que pueden afectar negativamente a la economía, donde la tasa de política monetaria juega un rol fundamental en suavizar el impacto de esos shock en la actividad y sobretodo en asegurar las expectativas de la inflación a su meta.
Para analizar el funcionamiento de la política ante eventos inesperados, el Consejero del Banco Central, Pablo García y Camila Figueroa -de la gerencia de Investigación Económica- elaboraron un documento donde analizaron el comportamiento de la política monetaria. Entre sus principales conclusiones, el documento indica que
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"es posible que la política monetaria deba ser de carácter contracíclico si la varianza de los shocks de demanda agregada es relativamente mayor que la de los de oferta agregada. La evidencia para Chile, a partir de modelos estructurales, demuestra que ello es así".
Asimismo, sostienen que "es difícil cuantificar de manera exacta los rezagos y efectos de la política monetaria cuando ella se conduce sistemáticamente. Los ejercicios habituales de identificación mediante ya sean modelos de series de tiempo o modelos estructurales resaltan el impacto del componente no-sistemático, es decir, cuando
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el Banco Central se desvía del patrón de comportamiento habitual".
Los expertos explicaron que a pesar que el mandato del Banco Central (BC) pueda ser acotado, puesto que su propósito es minimizar las desviaciones de la inflación respecto de su meta, esto no implica que la respuesta al ciclo deba ser negativa.
En esa línea, el documento precisó que la respuesta puede ser tanto procíclica como contracíclica, precisando que dependerá de la magnitud relativa de la volatilidad de las perturbaciones de oferta versus de demanda.
Dicho de otra forma, los economistas aseguraron que "si la volatilidad de las perturbaciones de demanda supera la de las perturbaciones de oferta, entonces la política monetaria óptima tiene que actuar de manera contracíclica", sostuvo el estudio.
Por otra parte, precisaron que la existencia de un mandato dual provocará constantemente un mayor comportamiento contracíclico de la política monetaria, en una magnitud que dependerá nuevamente de la volatilidad relativa de las perturbaciones de oferta con respecto a las de demanda.
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Respecto a la tasa de política monetaria, según el estudio, los movimientos de la tasa tienden a seguir los shocks de demanda más que los de oferta. Es decir, que el detectar en reglas de política monetaria que la TPM reacciona a la brecha de producto no debe interpretarse mecánicamente como que el BC tiene un mandato dual, sino más bien que los shocks de demanda agregada son un factor relevante a la hora de determinar el ciclo económico y las presiones inflacionarias.
Efectos y rezagos de la polítia monetaria
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Es conocido dentro del mercado que las decisiones sobre la tasa de política monetaria no tienen un efecto inmediato. Es más, economistas señalan que el efecto de subir o bajar el nivel de la tasa, recién se observa entre ocho meses y un año después. Así el informe reconoce que existe una complejidad a la hora de cuantificar de manera exacta los rezagos y efectos de la política monetaria cuando ella se conduce sistemáticamente.
Para Guillermo Le Fort, socio de Le Fort Economía y Finanzas, todos los mecanismos predictivos relacionados con la política monetaria, "son muy inefectivas y están llenas de mucha incertidumbre". Por lo tanto, en ese ámbito es muy importante "la visión, la experiencia y el olfato".
De todas maneras, reconoce que la política monetaria es un elemento que actúa para compensar shocks, por lo que tiene que ser muy flexible para responder a los shocks e intentar neutralizar su efecto. Esto, "a sabiendas que se hace con medios limitados de efectividad no perfectamente conocida, con rezagos que pueden ser mayores o menores a los que habitualmente se están considerando y que por lo tanto que obliga a actuar un poco al tanteo. Es decir, que hay que ir regulándolo de a poco y de acuerdo a los resultados que se van observando".
En tanto, Erik Haindl, académico de la Universidad Gabriela Mistral, explicó que la forma moderna de hacer política monetaria es través de fijar la tasa de interés, teniendo en mente un cierto objetivo inflacionario. "Esta forma tiene un efecto sobre la economía que es más compleja. Los rezagos son muy largos, se demoran casi ocho meses en reaccionar la economía", criticó.