Malas noticias. Así se resume la jornada de ayer al menos en el ámbito económico. Por un lado, el Banco Central informó a primera hora que el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) creció sólo 0,1% influido por la minería y la industria manufacturera. La serie desestacionalizada aumentó 0,9% respecto del mes precedente y creció 1,3% en doce meses. Dos horas después, el mismo Banco Central presentó a la Comisión de Hacienda del Senado el segundo Informe de Política Monetaria (IPoM) del año: se recortó el rango para el Producto Interno Bruto (PIB) desde entre 1% y 2% a un nivel entre 1% y 1,75%.

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"Los cambios responden, principalmente, al menor desempeño de la actividad minera este año", señaló el informe.

Sobre la demanda interna, si bien subió la proyección de 2,3% a 2,5% que se sustenta por el alza en la estimación del consumo total, que pasó de 2,5% a 2,6%, el escenario para la inversión sigue sin repuntar.

Si bien en el IPoM de marzo se esperaba un aumento de 0,2%, la caída de 2,4% que tuvo la inversión en el primer trimestre llevó a que el instituto emisor bajara la proyección a un -0,9%. De esta manera, se reconoció que esa variable anotará su cuarto año consecutivo de caída. Esto considerando que en 2014, la inversión cayó 1,5%, mientras que en 2015 y 2016 la contracción fue de 0,8%. De concretarse, se marca una inédita racha, superando al trienio 1971-1973. El BC afirmó además que como porcentaje del PIB, la inversión llegará a 21,4%, su menor nivel desde la crisis subprime de 2009.

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En su mensaje, el BC subrayó que el componente más persistente de la inversión, construcción y otras obras, intensificó su caída pasando de -4,9% en el cuarto trimestre de 2016 a -6% en el primer trimestre de este año. "Se destaca la mayor debilidad de la construcción y servicios de arquitectura, lo que se relaciona a una mayor debilidad en la inversión ligada al ciclo inmobiliario". En el resto de los sectores se refleja una ausencia de grandes planes de inversión en el 2017, lo que ha impactado en la tasa de crecimiento anual de los créditos comerciales.

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En cuanto al empleo, el instituto emisor, advirtió que el mercado laboral continúa ajustándose en línea con lo previsto, con una tasa de desempleo baja en términos históricos, pero con un magro desempeño del empleo asalariado y remuneraciones que siguen desacelerándose en relación a 2016. En este punto, el BC también advirtió que la evolución del mercado laboral podría estar incidiendo en el comportamiento de pago de los hogares.

Proyecciones para 2018

Para el próximo año, el ente rector tiene una mejor perspectiva. En concreto, la estimación pasó del rango 2,25% y 3,25% a uno entre 2,5% y 3,5%. Entre las razones para esperar este mayor crecimiento, el instituto emisor mencionó que "la disipación gradual de algunos de los factores puntuales que han impedido un mejor desempeño en años recientes, como por ejemplo la importante caída de la inversión minera en los últimos años. Se suma una política monetarias más expansiva y un escenario externo que aportará un impulso mayor al de años anteriores". Si bien en los informes anteriores las mejores perspectivas no tenían implícito una recuperación en los indicadores de confianza, en esta oportunidad se volvió a considerar como uno de los factores para un mayor dinamismo.

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De esta manera, el ente rector sigue considerando que "el retorno a tasas de crecimiento acordes al crecimiento potencial y cierre de brechas, es coherente con una economía que no muestra desbalances relevantes". Sobre las variables de demanda, el BC espera que la inversión crezca 3%, mientras que el consumo lo haga 2,9%.

Incertidumbre financiera y políticas económicas

El IPoM desarrolla la relación entre incertidumbre financiera y políticas económicas. Esto porque durante los últimos años, una serie de eventos políticos en especial en países desarrollados han subrayado la importancia de la incertidumbre sobre las políticas económicas como uno de los determinantes del ciclo económico. En su análisis, el BC afirma que, en promedio, los indicadores de incertidumbre sobre políticas públicas y mercado financiero se mueven en la misma dirección, hay ocasiones donde la relación se debilita. Esto porque se nutren de distintas fuentes de información.

Mientras, el índice VIX refleja la sensación de mercados financieros, el índice GEPU se relaciona más con la visión de los expertos y analistas. En suma, el BC dice que las actuales diferencias entre indicadores de incertidumbre son altas. Debido a la importante correlación histórica de ambos indicadores, para calibrar los desarrollos recientes, se deben leer ambos índices de manera complementaria y no como sustituta.