Los rendimientos de la deuda pública a largo plazo de la zona del euro han disminuido ligeramente desde principios de septiembre, según el Banco Central Europeo (BCE).

Del 7 al 13 de diciembre de 2017 el rendimiento de la deuda soberana alemana a diez años se incrementó 2 puntos básicos, hasta situarse en el 0,32%, según datos del último boletín económico del BCE, publicado hoy.

Sin embargo, añade el BCE, el rendimiento de la deuda soberana a diez años de la zona del euro ponderado por el producto interior bruto (PIB) se redujo 5 puntos básicos, hasta el 0,88%, "como consecuencia de las caídas de carácter idiosincrásico que registraron estos rendimientos en algunos países de la zona," que son Italia y Portugal.

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En estos países, algunas agencias de calificación han valorado mejor la calidad crediticia de su deuda soberana.

En Estados Unidos y el Reino Unido, los rendimientos de la deuda pública a largo plazo aumentaron 30 y 24 puntos básicos, respectivamente, y se situaron en el 2,34% y el 1,21%.

Los tipos de interés a largo plazo de la zona del euro se han mantenido contenidos, en general, desde comienzos de septiembre, y no han reflejado los incrementos en otros países, debido a las expectativas de los mercados sobre la política monetaria de la zona del euro.

"En Estados Unidos la subida estuvo impulsada, en parte, por las perspectivas de reforma tributaria, mientras que en el Reino Unido uno de los factores determinantes fue la revisión de la senda futura de la política monetaria," añade el informe económico del BCE.

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Los precios de las acciones de las empresas y de los bancos de la zona del euro eran alrededor de un 4% más elevados al final del período considerado, debido en parte a la disminución de los riesgos geopolíticos percibidos.

"Las cotizaciones de la zona del euro también siguen sustentándose en las sólidas perspectivas económicas y en el consiguiente aumento de las expectativas de beneficios," según el BCE.

Los precios de las acciones de las empresas y de los bancos de Estados Unidos eran, respectivamente, un 7% y un 19% más altos al final del período de referencia, reflejo también de la percepción favorable de los mercados de la reforma del impuesto sobre sociedades en dicho país.

En la zona del euro, las expectativas de los mercados relativas a la volatilidad de las cotizaciones bursátiles disminuyeron ligeramente y permanecieron en los bajos niveles que han prevalecido durante 2017, mientras que en Estados Unidos experimentaron una caída en general.

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En los mercados de divisas, el euro se ha mantenido básicamente invariable, aunque se ha producido una evolución desigual en los distintos pares de monedas.

Desde el máximo alcanzado al comienzo del período de referencia, el euro se ha depreciado un 2 % frente al dólar estadounidense, como reflejo de las expectativas sobre las políticas futuras y los datos macroeconómicos publicados.

La moneda única también se devaluó frente a la libra esterlina (un 3,8%) y ante las monedas de varias economías emergentes de Asia.

Pero el euro se apreció frente a las monedas de algunas economías emergentes y avanzadas, entre ellas, el franco suizo (un 2,1%), el yen japonés (un 2%) y el renminbi chino, así como con respecto a las monedas de la mayoría de los estados miembros de la UE no pertenecientes a la zona del euro, con la excepción del esloti polaco y la corona checa, frente a las cuales se depreció un 0,7% y un 1,8%, respectivamente.

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