Inyectar dinero del Gobierno en bancos con problemas puede ser menos costoso para los contribuyentes en el largo plazo que las consecuencias de permitir su quiebra, según el vicepresidente del Banco Central Europeo, Vitor Constancio.
La Directiva de Recuperación y Resolución Bancaria (DRRB) de la Unión Europea, con la cual se pretende hacer que los inversionistas, no los contribuyentes, paguen por las quiebras de los bancos, "merece todo el apoyo, ya que representa una transformación de los rescates públicos fáciles a una nueva cultura de rescates privados, minimizando el riesgo moral", dijo Constancio.
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"A pesar de esto, la regulación no ignora consideraciones de estabilidad financiera" agregó.
El vicepresidente del BCE, dijo que en algunas circunstancias, los costos de la inestabilidad financiera causada por una quiebra de un banco podrían superar los de un rescate estatal en una crisis. Comparó los "costos mundiales para los contribuyentes" derivados de la decisión de no salvar a Lehman Brothers con el "costo cero" de la ayuda de emergencia de Estados Unidos para otras empresas, que ha sido reembolsada en su totalidad.
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La UE estableció nuevas normas sobre cómo hacer frente a los bancos en crisis en 2014, después de que los Estados miembros usaron casi 2 billones de euros para apuntalar los bancos durante la crisis financiera.
La DRRB prevé que los pequeños bancos se declaren insolventes como empresas no financieras, mientras que aquellos más grandes que podrían causar caos, serían reestructurados y recapitalizados bajo un procedimiento distinto llamado "resolución", por el cual las pérdidas son asumidas por los propietarios y los acreedores.
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El tema del apoyo público a los bancos ha pasado a primer plano mientras Italia intenta apuntalar Banca Monte dei Paschi di Siena SpA con una recapitalización de US$9.900 millones que se basa en una cláusula de la DRRB que permite la ayuda estatal a bancos solventes. Italia también está en conversaciones con funcionarios de la UE sobre un rescate de Banca Popolare di Vicenza SpA y Veneto Banca SpA.
"Una solución para los dos bancos del Véneto debe definirse en muy poco tiempo, salvaguardando a los ahorristas y garantizando la continuidad en las relaciones crediticias que afectan a muchas pequeñas y medianas empresas que operan en una de las principales áreas económicas del país", señaló el subdirector general del Banco de Italia, Fabio Panetta. "El compromiso de las autoridades italianas en este sentido es máximo" puntualizó.
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Si el plan tiene éxito, los bancos italianos evitarían el destino de Banco Popular Español SA, que entró en resolución a principios de este mes.
En declaraciones a los periodistas después de su discurso, Constancio dijo que sus comentarios no se aplican necesariamente al "caso concreto" de los bancos del Véneto, sino que eran un "mensaje general de que las consideraciones de estabilidad financiera tienen que estar siempre comprendidas en las soluciones".
Muchos bancos europeos lidian con una montaña de préstamos incobrables, y las autoridades están trabajando en soluciones apoyadas por el Estado para ayudarles a limpiar sus balances. En ese contexto el representante del BCE dijo que los Gobiernos podrían desempeñar un papel en el apoyo a la "corrección de la falla del mercado de préstamos incobrables", así como patrocinando empresas de gestión de activos para ayudar a reorientar los préstamos.