La concreción de dos grandes operaciones en 2015 provocó una serie de cambios en términos de participación de mercado en la banca. Si bien aún resta que la Superintendencia de Bancos entregue las cifras de cierre de 2015, ya a noviembre existen importantes variaciones, la cuales sin embargo prometen seguir cambiando una vez se concrete la fusión entre Itaú y CorpBanca.

Por una parte, el ejercicio pasado -tras más de dos años de espera-, BCI logró la autorización de la Fed para adquirir el City National Bank of Florida, entidad que le aportó US$6.100 millones en activos, tras lo cual el banco controlado por la familia Yarur Rey logró una cuota de mercado a noviembre, medido por créditos y cuentas por cobrar, de 14,17%, muy por sobre el 12,41% que anotaba al mismo mes de 2014. Con esto, además, sobrepasó a BancoEstado, ubicándose con esto como el tercer mayor banco del país.

La transacción implicó el pago de US$947,9 millones a los ahora ex controladores el CNB, monto que supera los US$882,8 millones pactados inicialmente. Los US$66 millones adicionales corresponden al mayor costo financiero que implicó para Bankia la demora en la concreción de la operación. Además, la entidad aprobó un aumento de capital por US$450 millones para concretar la transacción.

Sin embargo, dicha posición no está asegurada. Para el primer trimestre de 2016 se espera concretar la fusión entre Itaú y CorpBanca, dos entidades que a noviembre suman un 15,25% al undécimo mes del año, por lo que de concretarse hoy la operación se convertiría en el tercer mayor banco del país.

Además, se convertirían en el mayor banco en el segmento empresas, con un 17,96% del mercado, sobrepasando al histórico número 1: Banco de Chile, que a noviembre tiene un 16,95%.

Por otra parte, durante el año pasado se concretó la alianza estratégica entre Cencosud y Scotiabank, mediante la cual el banco de capitales canadienses se hizo cargo de la operación y administración de la tarjeta de crédito del retailer. Esto le permitió al banco elevar su cuota de mercado de 4,87% a 5,69%, y en particular en créditos de consumo en tarjetas de crédito, donde pasó de 2,05% a 11,49% de mercado convirtiéndose en el tercer actor en el segmento.

La transacción implicó que el banco quedaría con el 51% de la propiedad del plástico (con cerca de 2,5 millones de unidades), tras el desembolso de US$280 millones, lo que incluye el compromiso de financiamiento del 100% de la cartera de créditos, la que sumaba cerca de US$1.000 millones.