Según una columna de Stephen Gandel, columnista de Bloomberg, el Presidente de EEUU, Donald Trump, y los republicanos vendieron su recorte impositivo de US$1,5 billones como una bendición para los trabajadores, pero a dos meses de aprobada la ley, los grandes ganadores son los accionistas.
La última evidencia son las recompras, que están camino de tener su mejor trimestre. Kevin Hassett, presidente del Consejo de Asesores Económicos, dice que gran parte de esas recompras provienen de efectivo en el extranjero que regresa a EEUU.
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De acuerdo al autor, tiene razón, aunque los republicanos argumentaron que también impulsaría los sueldos y la inversión. Aún así, incluso despojando el efectivo repatriado y mirando solo los aumentos en las recompras, los inversionistas y las compañías siguen saliendo adelante.
Para determinar qué están haciendo las empresas con sus ahorros anuales -la parte más grande y recurrente de los recortes de impuestos-, Gandel miró los anuncios que las empresas hicieron después de la aprobación de la ley tributaria. Eliminó a todas las compañías que hicieron promesas vagas y se quedó con aquellos cuyos planes podía cuantificar por completo. Sólo miró los aumentos legítimos en el gasto.
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Luego calculó las ganancias impositivas, utilizando la tasa impositiva promedio de tres años de las compañías y las ganancias antes de impuestos. En la mayoría de los casos, cuando las empresas anunciaron ahorros, la estimación resultó ser conservadora, por lo que los ahorros en impuestos reales son más grandes. Terminó con un grupo de 51 compañías del S&P500, o aproximadamente 10% del índice. ¿Qué arrojó? Mientras más de la mitad de las compañías han anunciado bonos por única vez, y un puñado han dicho que están otorgando aumentos reales, esos pagos generalmente han sido pequeños en comparación con las recompras anunciadas. Además, la mayoría de las firmas, incluso aquellas que han detallado sus planes, parecen estar ahorrando más de lo que planean gastar. En general, las compañías han anunciado planes para un poco menos del 80% de sus ahorros impositivos. Según Gandel, al sumar esas ganancias retenidas, que también aumentan el valor de las acciones de las empresas, a los aumentos en recompras y dividendos, aproximadamente 60% de las ganancias de la factura tributaria van a los accionistas, frente al 15% para los empleados. Eso incluye aumentos en beneficios y salarios. Las promesas filantrópicas son menos de 3%.
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