Cuando Joseph Biden estaba llevando a nuevos senadores por una sesión de práctica de su juramento esta semana, sin duda una de las experiencias de mayor adrenalina de su vida, el vice-presidente no pudo evitar esbozar una serie de chistes.

“Parece que este hombre todavía juega en Carolina del Sur”, dijo Biden, quien fue senador 36 años, de Tim Scott, de 47 años, el recién nombrado senador republicano por Carolina del Sur. “Si necesitas ayuda en tus pectorales, hombre, dame una llamada”, dijo Biden de 70 años. Sin duda este es el Biden antiguo - aterrizado y trabajador que pone a la gente a gusto, incluso en el escenario más formal.

Después de cuatro años como asistente del presidente Barack Obama, un revitalizado Biden está preparado para desempeñar un papel cada vez más destacado en el segundo mandato de la administración.

“Biden se está convirtiendo en un jugador muy importante, no sólo porque sabe que el senado y los senadores confían en él, sino porque Obama tiene una relación muy fuerte con él”, dijo Norman Ornstein, un veterano analista político que ha conocido al vice-presidente por décadas.

La larga experiencia de Biden en el Senado - que se remonta a la época en que “bipartidista” no era un término difamatorio - ha hecho que sea el hombre al que acude Obama cuando necesita a alguien que golpee cabezas en el Capitolio.

Durante su primer mandato, Biden fue llamado para ayudar a intermediarios en la polémica reforma de salud - sobre la cual inicialmente había aconsejado a Obama en contra- y extender los recortes fiscales de la era Bush en 2010.

Mientras EEUU se tambaleaba al borde del abismo fiscal, fue Biden quien fue enviado al Capitolio para llegar a un acuerdo con Mitch McConnell, el líder republicano en el senado, después de que los esfuerzos del líder de la mayoría, Harry Reid, llegaran a nada.

“El vice-presidente y yo hemos trabajado juntos en las soluciones antes, y creo que podemos volver a hacerlo”, dijo McConnell.

Los analistas dicen que este arreglo McConnell-Biden probablemente se convertirá en la piedra angular de la toma de decisiones en los próximos años.

Después de que el acuerdo fue aprobado por la Cámara, Biden se paró al lado de Obama en la Casa Blanca cuando el presidente dijo: “Quiero dar las gracias al trabajo realizado por mi extraordinario vicepresidente, Joe Biden”.

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