BIM: innovación y beneficios para todos
Por Juan Antonio Marín-
Sacyr es un grupo cuya misión es desarrollar proyectos complejos de infraestructura y servicios que contribuyan a la mejora de la calidad de vida de las personas. Como es de esperarse, esta tarea implica grandes desafíos, por lo que nos resulta fundamental la búsqueda continua de nuevas tecnologías constructivas que permitan afrontar requerimientos de distintos tipos y grados de dificultad y en diversos lugares del país.
Una de las nuevas herramientas tecnológicas que estamos aplicando en el área de la construcción es la metodología Building Information Modeling (BIM), la que hemos utilizado en importantes obras como el nuevo Hospital de Antofagasta, el Hospital Biprovincial Quillota-Petorca o la autopista Américo Vespucio Oriente, en la Región Metropolitana.
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Esta metodología viene a revolucionar la forma de trabajo en el sector de infraestructuras, ya que pasamos de trabajar de forma sectorizada, resolviendo cuestiones en función de la fase en la que se encuentra el proyecto, a tratarlo en su globalidad desde las etapas tempranas.
Además, otro punto relevante es que BIM constituye una forma de hacer las cosas de manera absolutamente colaborativa, que busca mejorar los procesos, optimizando los tiempos de construcción, la gestión de las obras, resolución de conflictos y procesos de control.
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Todo esto, finalmente redunda en mejores proyectos que permite ajustar o disminuir los tiempos y costos de desarrollo.
Pero BIM también es una plataforma que considera coordinación y cruce de información validada y compartida entre equipos de trabajo, para pasar posteriormente a validaciones por parte de los clientes finales. Esto permite, claramente, una mejor comunicación para intercambio de información a través de un formato estándar, trabajo colaborativo a lo largo de todo el ciclo del proyecto sobre un mismo modelo y una mejor gestión de información estandarizada, entre otros beneficios.
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En otras palabras, permite que todos trabajen con el mismo lenguaje y cada una de las partes, utilicen el modelo para su fin concreto, enriqueciéndolo así a lo largo de todo el ciclo del proyecto. Esto nos conduce a desarrollar proyectos con un valor añadido, generando modelos en fases tempranas que pasarán a obra y se emplearán para la ejecución definitiva de los mismos. Gracias a esta metodología, nos habremos anticipado a conflictos de obra que supondrían sobrecostos.
Esto implica, por ejemplo, que en un proyecto de carretera desde el diseño se resuelvan problemas que puedan surgir en fases posteriores a la de ejecución, o la de operación y mantenimiento.
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BIM también permite analizar y visualizar alternativas, se coordinan de manera más eficiente las distintas disciplinas que participan en el proyecto, se detectan interferencias (nos adelantamos a problemas en obra, ya en fase de proyecto), con el aumento de eficiencia que esto supone.
Para BIM, no solo el constructor es el foco, lo es también el cliente. ¿En qué aspectos? Facilita la gestión en la fase de validación, en la definición y seguimiento de workflow y procedimientos, en las opciones de gestión y consultas, en la revisión de la información (gracias a un único modelo), y en una visualización más gráfica y sencilla.
Para que todos estos objetivos se puedan cumplir, es importante definir y tener claros los usos que se le darán al BIM, ya que en función de estos será necesario definir un determinado grado de detalle.
Ante esto, es fundamental que el cliente esté familiarizado en la operación de la plataforma para así colaborar en la cadena, favoreciendo un correcto flujo de trabajo, del cual él se sienta partícipe desde un inicio.
Todo esto nos lleva a lograr una mayor eficiencia en la gestión de los proyectos, lo que permite, como mencionamos antes, economías en las diferentes fases del mismo, y principalmente para el propio cliente, sea este público o privado, e independiente del tipo de construcción: carreteras, edificios complejos y singulares, como hospitales.
De hecho, el Ministerio de Obras Públicas se encuentra desarrollando el Plan BIM, con el objetivo de impulsar la instalación de este sistema como estándar nacional para el manejo de la información en el desarrollo de los proyectos, con el objeto de aumentar la transparencia y optimizar los procesos e información, y mejorar la certeza de tiempos, costos y procesos en búsqueda de una mejor productividad.
En resumen, el éxito de esta metodología es que sus beneficios van más allá de los responsables del proyecto, ya que también son percibidos por el cliente. Esto, gracias a la mejor gestión y control de la información, al trabajo colaborativo a lo largo de todo el ciclo (todas las partes en todas las fases), y a una mejor gestión de la información gracias a un modelo único e integrado.
*Gerente General de Sacyr Chile
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