Entre el interés menguante de los particulares y unos reguladores cada vez más estrictos, el mercado del bitcoin atraviesa un período turbulento, incluso si algunos actores del sector siguen creyendo en el futuro de la primera criptomoneda.
Tras una fiebre compradora a fines de 2017 y una espectacular caída a principios de año, la cotización del bitcóin, que sigue en horas bajas, volvió a retroceder estas últimas semanas.
"La caída de las cotizaciones es una sana corrección, tras la locura de fines de 2017", afirma Kyle Samani, creador en octubre pasado de un fondo dedicado a las criptomonedas, Multicoin Capital, que administra US$50 millones para inversionistas privados.
Aunque afirma que la primera criptomoneda se aprovechará del interés global por el sector, su fondo no apuesta por un alza de la cotización del bitcoin, al igual que otros inversionistas, que privilegian otras criptomonedas de resultados más impresionantes o con tecnologías más innovadoras.
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"Los espectaculares resultados diarios de 2017 han quedado lejos" destaca Jordan Hiscott, responsable de inversión de la plataforma de mercado en línea Ayondo Markets.
Ante el resto del mercado de las criptomonedas, el bitcoin ha retrocedido y representa menos del 40% del volumen de las transacciones, según datos del sitio Coinmarketcap.com, contra 80% hace algunos meses.
La burbuja estalla
Prueba de su creciente debilidad es que el número de búsquedas semanales en Google con la palabra bitcoin se ha dividido por cinco, desde el apogeo del interés que suscitó en la semana del 17 al 23 de diciembre pasado.
El bitcoin cotizaba a fines de marzo en torno a US$8.000, según Bloomberg, contra US$19.511 a fines de diciembre.
Los analistas de Morgan Stanley afirmaron en una nota de principios de marzo que los altibajos del bitcoin reproducen fielmente el ciclo de la burbuja financiera de los valores tecnológicos del año 2000, "salvo que se produce 15 veces más rápidamente", indican.
No obstante, desde su lanzamiento en 2009, la criptomoneda ya ha perdido dos veces cerca del 90% de su valor, en 2011 y en 2015, antes de recuperarse espectacularmente.
"No me sorprendería que los precios cayeran a US$5.000 o que subieran a 10.000", ilustra Craig Erlam, analista de Oanda, pues el mercado es muy volátil. Sin embargo descarta a corto plazo volver a los niveles de cotización de diciembre.
En un mercado que sigue siendo inestable, los observadores no pueden explicar la caída del bitcoin, aunque algunos la vinculan con las regulaciones más severas, y las advertencias de los "gendarmes" financieros de Japon o Estados Unidos sobre las plataformas de intercambio.
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Además, las redes sociales Facebook y Twitter, así como el motor de búsqueda Google, anunciaron que prohibían las publicidades para los ICO, esas recaudaciones de fondos efectuadas en criptomoneda.
"A corto plazo es negativo para el mercado", explica David Drake, que administra el fondo de inversiones LDJ Capital, que tiene cartera en criptomonedas.