El Gobierno de Bolivia dio hoy un nuevo paso para agilizar uno de sus proyectos estrella, la planta siderúrgica más importante del país pendiente desde hace más de una década, con la aprobación de una ley que respalda una inversión de 466 millones de dólares, en su mayoría con capital chino.
"Es un día para no olvidar", sentenció el presidente boliviano, Evo Morales, tras promulgar esta ley en un acto en la ciudad oriental de Santa Cruz, capital económica de Bolivia.
El 85% de la inversión procede de un crédito preferencial del banco Exim Bank de China, por US$396 millones, mientras que el Estado boliviano aporta el resto, otros US$70 millones, para "la primera industria de acero en Bolivia", en palabras de Morales.
El mandatario detalló que está previsto que en treinta meses esté construida la planta de Mutún, por parte de la compañía china Sinosteel Equipment & Engineering Co, que entraría en funcionamiento otros doce meses más tarde con una capacidad de producción de 194.000 toneladas anuales de acero.
[ze_adv position="adv_300x100" ]
Asimismo, subrayó que generará unos 1.500 empleos directos y más de 3.000 indirectos.
El presidente defendió que el crecimiento económico del país, uno de los mayores de toda América Latina con un 4,2% el año pasado, garantiza este tipo de inversiones por debajo de los límites de endeudamiento que recomiendan organismos financieros internacionales.
Por su parte, el viceministro de Empleo de Bolivia, Emilio Rodas, en su intervención en el acto subrayó que el país rompe "la cadena de frustraciones" que acompañó este proyecto desde que hace ochenta años se encontró el yacimiento de hierro de Mutún.
[ze_adv position="adv_300x250-A" ]
El político calificó de "momento histórico" la promulgación de la Ley, porque con ella "Bolivia va a entrar a la era del acero, con atraso".
El Ejecutivo boliviano y la compañía china firmaron en 2016 un contrato para la instalación de esta planta, en un tercer intento en una década por industrializar este yacimiento.
Anteriormente fracasaron los acuerdos con la empresa brasileña EBX en 2006 y en 2012 con la india Jindal.
La planta está prevista con una capacidad de procesamiento de cerca de 650.000 toneladas anuales de mineral bruto, para obtener unas 250.000 toneladas de hierro, según datos del Ejecutivo boliviano.