El grupo global de bonos de gobiernos con calificación triple A de parte de las tres principales agencias, el fundamento del sistema financiero, se ha reducido 60% desde que la crisis financiera provocara una ola de rebajas a lo largo de las economías desarrolladas.
La salida de EEUU, Reino Unido y Francia del grupo de los "AAA"se tradujo en una contracción del capital de los bonos de gobierno considerados los más seguros por Fitch, Moody's y Standard & Poor's, desde casi US$11 billones (millones de millones) a inicios de 2007, hasta sólo US$4 billones ahora, de acuerdo a un análisis de Financial Times.
La reducción, en gran parte resultado de la rebaja que S&P le hizo a EEUU en agosto de 2011, es parte de un replanteamiento del mapa mundial de calificaciones crediticias, que está fomentando flujos de inversión hacia los mercados emergentes y forzando a los inversionistas y reguladores financieros a repensar las definiciones de activos "seguros".
Mientras las rebajas de EEUU y gobiernos europeos han dominado los titulares, el análisis de FT destaca una serie de mejoras a lo largo del resto del orbe, especialmente en Latinoamérica.
Encabezando la lista en la escala de mejoras de crédito desde enero de 2007, están Uruguay, Bolivia y Brasil. Las mayores rebajas, en tanto, fueron en el sur europeo golpeado por la crisis, con Grecia las que experimentaron la caída más grande.
Otro claro efecto colateral ha sido la expansión en el grupo de bonos de gobierno que han caído en las categorías doble A (desde AA- a AA+), que se ha expandido desde 24,8% hace seis años a más de 34%. Para algunos inversionistas al menos, los bonos calificados como AA- se han convertido en "los nuevos triple A". Nuevos miembros de esta categoría incluyen a China, Chile, Corea del Sur y Arabia Saudita.
Los resultados subrayan los cambios geoeconómicos que generaron las tensiones en los mercados financieros globales desde mediados de 2007 y el cambio radical de suposiciones anteriores sobre la estabilidad de los sistemas bancarios y las finanzas públicas.
El jefe global de calificaciones soberanas de Fitch, David Riley, contó: "Hace cinco años, el mundo era un lugar bastante predecible. Las crisis bancarias eran cosas que normalmente ocurrían en mercados emergentes. "Ahora, estamos en un mundo donde un montón de suposiciones se han ido", dijo.
Las calificaciones de crédito más altas siguen siendo dominadas por las economías avanzadas de occidente, pero las notas promedio en los últimos seis años cayeron más en la eurozona. En contraste, la mayor alza promedio de notas ha estado en Latinoamérica, seguida por países asiáticos recientemente industrializados.
Los cambios muestran "dónde es probable que esté el crecimiento fuerte y sostenido en el futuro", dijo el jefe de calificación soberana de Moody's, Bart Oosterveld.
Asimismo, las mejores calificaciones de economías emergentes expandió el grupo de activos de gobierno en el rango BBB, aunque la categoría ahora incluye a varias economías europeas que cayeron. Jonathan Kelly, gestor de cartera de Fidelity Investments, aseguró: "Los mercados emergentes alguna vez fueron de gran riesgo, ahora son convencionales".
Una mayor reducción de las notas triple A elevaría los miedos de una próxima "reducción de colaterales", una reducción de activos que pueden ser utilizados por bancos y otros como garantías cuando se endeudan en mercados de capitales o de bancos centrales.
Hasta ahora los observadores creen que falta mucho para eso, en parte porque hay voluntad por redefinir lo que es "seguro" de parte de bancos centrales y reguladores, aunque los se han hecho más agudas para bancos en partes más golpeadas de la eurozona.
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© The Financial Times Ltd, 2011.
Debes saber
¿Qué pasa?
La salida de EEUU, Reino Unido y Francia del grupo de los "AAA"se tradujo en una contracción del capital de los bonos de gobierno considerados los más seguros por Fitch, Moody's y Standard & Poor's.
¿En cuánto?
El capital se redujo desde casi US$11 billones (millones de millones) a inicios de 2007, hasta sólo US$4 billones ahora, de acuerdo a un análisis de Financial Times.
¿Qué implica?
La reducción es parte de un replanteamiento del mapa mundial de calificaciones crediticias, que está impulsando los flujos de inversión hacia los mercados emergentes y forzando a los inversionistas y reguladores financieros a repensar las definiciones de activos "seguros".