Brasil busca resolver problemas de telecomunicaciones
Para José Fortunati, una de las cosas más difíciles de Porto Alegre es tener señal de celular. Las quejas en la ciudad han generado una campaña por parte del regulador de telecomunicaciones, Anatel, durante las últimas semanas, elevando temores acerca de la dirección de uno de los mercados de telefonía móvil más atractivos del mundo.
Las empresas extranjeras se han lanzado hacia Brasil, seducidas por la posibilidad de fuerte crecimiento en la mayor economía de Latinoamérica a medida que la clase media se expande y legiones de nuevos usuarios se pasan a smartphone.
La presidenta Dilma Rousseff también ha hecho del mayor acceso a internet una prioridad de cara al Mundial de fútbol que realizará Brasil en 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016.
Las cuatro mayores empresas de telecomunicaciones son propiedad en parte de extranjeros: Vivo, de la española Telefónica; Tim, la unidad de telefonía móvil de Telecom Italia; Claro, del mexicano Carlos Slim; y Oi en parte de Portugal Telecom. Pero las medidas agresivas del regulador han golpeado a la industria.
La semana pasada se conoció que Anatel estaba investigando a Tim por posible fraude luego que supuestamente cortara las llamadas realizadas bajo su plan de prepago, algo que la compañía niega. Hace apenas unas semanas Anatel prohibió al operador italiano, así como a Claro y Oi vender tarjetas telefónicas Sim en 19 de los 27 estados de Brasil como castigo por el deficiente servicio. La prohibición fue levantada después de que tres empresas prometieran invertir 20 mil millones de reales (US$9.800 millones) durante los próximos dos años. "¿Qué tipo de atmósfera crea esto para las empresas que están mirando a Brasil desde el extranjero?", pregunta Wally Swain, analista de Yankee Group.
Pocos discuten la necesidad de mejorar los servicios de telefonía móvil de Brasil -pobre recepción y llamadas interrumpidas son comunes incluso en centros de negocios como Sao Paulo. Los operadores han invertido mucho menos en Brasil que en otros países de la región.
El año pasado, los operadores en el sector invirtieron 16,1% de sus ingresos de servicio local en Brasil, en comparación con el 28,9% en México y 25,1% en Chile, según un informe de Yankee Group.
Pero a algunos les preocupa que las repentinas decisiones draconianas de Brasil no sólo no mejoren el servicio, sino que tengan el efecto adverso de asustar a los inversionistas.
Por más de una década, Anatel ha dado a las empresas bastante libertad en la industria.
En una audiencia en el congreso este mes, Mario Girasole, vicepresidente de regulación de Tim, acusó a Anatel de cometer errores técnicos básicos en su reporte que llevaron a reclamos de supuesto fraude. "Nos tomará tiempo reconstruir nuestra imagen", planteó, agregando que el regulador no tomó en cuenta que las llamadas se pudieron haber cortado por otros factores como las baterías de los usuarios o que el crédito se haya agotado.
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© The Financial Times Ltd, 2011.
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