El Congreso brasileño retornó ayer a sus funciones presionado por el gobierno de Michel Temer para avanzar en los acuerdos pendientes, a dos semanas de la votación de la emblemática reforma de pensiones.
Todo pareciera indicar que el Ejecutivo carece del apoyo necesario para aprobar el proyecto de ley, al tiempo que los medios de ese país calculan sólo 237 de los 308 votos a favor.
Con esto, desde el oficialismo ponen en marcha una amplia estrategia política que les permita revertir la tendencia apuntando directamente a conquistar a los indecisos.
Ayer, el mismo vocero de gobierno, Carlos Marun, aseguró que en sus cálculos el Palacio do Planalto necesita unos 40 votos para aprobar la reforma en la Cámara de Diputados y alcanzar un acuerdo el próximo 19 de febrero.
"Quince días para 40 votos, en medio de un universo de 80 o 100 indecisos, no es una misión imposible y no es un desafío que nos asuste", dijo el secretario de Estado.
La estrategia
Luego de 45 días de receso parlamentario, el presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, se reunió con gobernadores para tratar aspectos relacionados con la enmienda al sistema de pensiones, al tiempo que aseguró que pese a la falta de apoyo no extendería el plazo de votación de la reforma.
En un principio, la reforma calificada como crucial para fortalecer las cuentas fiscales de ese país, proyectaba un ahorro de entre US$230.000 millones y US$246.000 millones en diez años, pero luego de que varios puntos del plan fueran desechados, se estima que se ahorraría 60% de ese monto.
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Desde gobierno determinaron realizar cambios adicionales al proyecto, para aumentar su propio respaldo.
Entre los puntos clave de la reforma se encuentra la fijación de la edad mínima de jubilación de 65 y 62 años, para hombres y mujeres, respectivamente, junto con el aumento del período de cotización para el cobro de la pensión completa.
Son muchos quienes aseguran que el Congreso brasileño no avanzará en varios proyectos polémicos como el de pensiones, teniendo en cuenta las próximas elecciones presidenciales de octubre. En el segundo semestre los políticos estarán en campañas, apuntando a asuntos de interés de la gente, buscando apoyo electoral, dificultando un acuerdo.
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