Permite disminuir hasta el 99% de material particulado y se concibe como una alternativa real para temperar de manera sustentable. Se trata de la calefacción distrital. En Chile se conoce muy poco, sin embargo en países como Suiza o Rusia, con temperaturas que descienden fácilmente hasta -15°, este tipo de sistema es determinante para el desarrollo de actividades.

Estas plantas energéticas producen calor a través de distintos mecanismos para una gran cantidad de edificaciones. La energía calórica generada por la planta se distribuye a través de agua caliente que circula por redes subterráneas, que tienen un nivel de aislación adecuado para disminuir las pérdidas. El agua caliente luego llega a subestaciones que están en cada edificio. Ésta puede usarse en duchas, lavamanos o para calefacción a través de radiadores o sistemas de losa radiante. “El uso de estos sistemas, particularmente aquellos que funcionan con biomasa, generan valor para la economía local. A modo de ejemplo, por cada $1.000 gastados en petróleo, $200 se quedan en la localidad. Con la calefacción distrital, este valor sería $800”, asegura Bruno Liesch, CEO de calefacción distrital de Berna, que estuvo de paso en nuestro país para hablar de la experiencia suiza.

¿Qué impacto tiene en la ciudadanía?

-La calefacción distrital es una de las soluciones más potentes en la descontaminación del aire, ya que permite disminuir hasta casi el 100% del material particulado grueso (MP10) y fino (MP2,5). Otra de sus ventajas es la posibilidad de cambiar el combustible de manera centralizada, haciendo frente de mejor forma a la variabilidad en los precios, u otro tipo de regulaciones que pudieran afectar su uso. También evita la contaminación intradomiciliaria, ya que la calefacción dentro de la casa es a través de sistemas radiantes que utilizan agua.

¿Cómo ha funcionado en Suiza? 

-En las ciudades y en sectores rurales, las plantas de calefacción distrital son los mayores productores de calor.

¿Qué han aprendido en el proceso?

-Con la implementación, nos dimos cuenta de que a partir del primer minuto se debe incorporar a los beneficiarios y a los actores que juegan un papel importante en la construcción, operación y planificación. Además, se debe tener a partir de las etapas iniciales del desarrollo del proyecto una estimación del costo por unidad de energía que tendrá el usuario final

¿Cuáles son esos costos?

-La rentabilidad del proyecto depende de la densidad de demanda de energía, un bajo precio del combustible y las condiciones de financiamiento. Generalmente, el mayor componente del costo inicial corresponde a la red de distribución. En uno de los casos evaluados para Chile, se obtuvo un costo de aproximadamente US$2,3 millones para abastecer a 220 viviendas. En el caso de una calefacción distrital en Suiza, los valores son similares. Se estima como una primera aproximación un costo de US$1 millón para un sistema de 1 [MW].

¿Cómo se alinea esto con una visión más sustentable?

-Es una herramienta para la transformación energética de Suiza. Existen compromisos y metas de reducción de huella de carbono y de uso de energías renovables, para lo cual la calefacción distrital es un elemento muy importante, porque permite incorporar energía renovable como combustible (biomasa, bomba de calor, solar). De hecho, un 53% de las calefacciones distritales existentes en Suiza utilizan calor residual de procesos para generar el calor o sistemas de cogeneración. Además, su uso es estratégico porque permite flexibilidad del uso de combustible para hacer frente a variaciones de precio.

¿Qué potencialidades tiene en nuestro país? 

-Hay varias iniciativas que permiten suponer que la calefacción distrital es una tecnología con un alto potencial de desarrollo. Entre ellas, el Ministerio del Medio Ambiente está desarrollando en conjunto con la empresa EBP Chile y CDT una hoja de ruta para el desarrollo de la calefacción distrital en Chile, con la que se propondrán acciones que permitan facilitar el desarrollo de este tipo de soluciones. Además se tiene el compromiso de desarrollar pilotos de calefacción distrital en cinco ciudades con Planes de Descontaminación Atmosférica.

Dentro del desarrollo de la Hoja de Ruta para calefacción distrital, se estimó que el mayor potencial de calefacción distrital es para desarrollos inmobiliarios nuevos, ya que disminuye los costos de inversión para el sistema de distribución en comparación con un sistema que requiera modificar la infraestructura existente.

¿Qué otros beneficios tiene?

- Ambientalmente facilita el uso de energías renovables como biomasa, solar o bombas de calor. Permite además lograr una disminución de las emisiones de gases contaminantes y es neutro en la emisión de CO2 cuando se utiliza biomasa. A nivel social, un sistema de calefacción distrital aporta en lograr una disminución de la tasa de enfermedades por contaminación intradomiciliaria y contaminación atmosférica. En tanto, económicamente fomenta el desarrollo de la economía local. Tiene el potencial de generar nuevos mercados, desarrollo de modelos de negocio para actores locales con interés en estos proyectos.

¿Cuáles son las barreras en su implementación?

-Principalmente, la falta de información relevante para los inversionistas, el conocer los costos de implementación, los lugares con mayor potencial, los modelos de negocio o los modelos de administración. Toda esta información se puede generar a través de proyectos pilotos en distintas ciudades del país. Otra de las barreras responde a la falta de capacidades técnicas locales para la construcción, operación y mantención de las plantas y la falta de liderazgo en la planificación y articulación de los distintos actores.