Google se verá forzado a cambiar la forma en la que presenta los resultados de búsqueda en Europa o enfrentará cargos por “desviar el tráfico” hacia su propio servicio, dijo el jefe de la competencia la UE, sentando las bases para un acercamiento distinto respecto de sus contrapartes de EEUU.
En contraste con la Comisión Federal de Comercio (FTC, su sigla en inglés), que dio el visto bueno al motor de búsqueda de Google, Joaquín Almunia, comisionado antimonopolio de Europa, se comprometió a evitar que Google distorsione las búsquedas de los usuario y acaparando negocios de los rivales.
“Todavía estamos investigando, pero mi convicción es que (Google está) está desviando tráfico”, explicó Almunia al Financial Times, refiriéndose al tratamiento preferencial de Google en sus propios servicios de búsqueda verticales.
“Están monetizando este tipo de negocio, la fuerte posición que tienen en el mercado general de búsquedas y esto no es solo una posición dominante, pienso -y temo- hay un abuso de esta posición dominante”, dijo.
Sus palabras representan un ultimatum a Google a medida que las negociaciones sobre un acuerdo previo a la multa entran en una fase crítica. Sus palabras ofrecen la explicación pública más detallada de las preocupaciones de Bruselas y dan una señal de la forma del posible acuerdo, que representaría la primera vez que Google se somete a presión regulatoria en su negocio principal.
Almunia dijo que su preocupación es “la forma como presenta sus servicios” y no estaba discutiendo un “algortitmo” - el corazón celosamente guardado del motor de búsqueda de Google.
Con esto, Almunia sugiere que un elemento de la solución será etiquetar cuando los servicios internos de Google -como mapas, detalles de vuelos de aerolíneas o información de comparación de compras- dan una mayor facturación que sus rivales. Pero es probable que se aplique otros cambios a la manera como los servicios de Google se despliegan dentro de los resultados de búsqueda generales.
Cualquier límite europeo a Google podría perjudicar la ambición que Larry Page, director ejecutivo de la compañía, ha establecido para que el grupo se convierta desde un motor de búsqueda que despliega principalmente links a otros sitios hacia un “motor de conocimiento” que responde las preguntas de los usuarios de manera directa con información de los propios servicios de Google.
Si bien Alumnia dijo que Google mostró un acercamiento más constructivo en una reunión en diciembre, advirtió que estaría obligado a emitir multas si su propuesta -que se espera para este mes- no es satisfactoria. Google insiste que sus servicios son “buenos para los usuarios y buenos para la competencia”; no se le exigiría admitir malas prácticas en un acuerdo pre cargos.
Los opositores de Google aplaudirán que Almunia haya tomado una línea más dura en comparación con la FTC. Incluso así, las concesiones ofrecidas a Bruselas probablemente quedarán cortas respecto de lo que Microsoft y otros denunciantes están buscando. El comisionado de competencia dijo que no estaba preocupado por la amenaza de los desafíos legales.
Alumnia explicó las diferencias con Washinton sobre Google al diferenciar los estándares legales por abuso de predominio, así como la posición más fuerte de Google en Europa, donde tiene más de 90% de las búsquedas. Funcionarios europeos argumentan que si bien sus objetivos son los mismos, el estándar legal para el abuso de posición dominante es superior en EEUU, en parte debido al mayor potencial para las demandas privadas por daños.
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