La detención del ex controlador de BTG Pactual, André Esteves, sigue golpeando a BTG Pactual Chile. Si bien hasta ahora no ha sido acusado de ningún delito, el banco de inversión ha debido concretar una serie de medidas para evitar un mayor impacto en sus operaciones, entre ellas un proceso de desvinculación que ayer golpeó las oficinas en Chile.
BTG Pactual despidió a 58 empleados de áreas administrativas, de soporte y ejecutivos, lo que equivaldría a cerca del 16% de su plana total de trabajadores en el mercado local. “Esta desvinculación se enmarca en el proceso de reestructuración que inició la matriz Banco BTG Pactual S.A. (Brasil) en enero pasado y que apunta a disminuir los costos operativos de la compañía en un 25%”, dijo la entidad a través de un comunicado de prensa.
Los despidos -enfocados en el área administrativa y de operaciones- se producen en medio de los rumores de una oferta realizada por Sura que vencía por estos días, la cual habría sido deshechada.
El año pasado en Chile ya había despedido a cerca del 13% de sus trabajadores del área de altos patrimonios, aunque eso ocurrió meses antes de la detención de Esteves.
A fines de enero la entidad había recortado 305 empleos de su plantilla, de un total de 1.653, en sus oficinas en Brasil y Nueva York. Además los bonos por desempeño a sus ejecutivos con base a los resultados de 2015, que por lo general se pagan en febrero, ahora se concretarían en dos tramos: un 30% en febrero y un 70% en noviembre.
En este escenario, el banco de inversión acordó vender a EFG Internacional, entidad global de asset management localizado en Suiza y controlado por la familia griega Latsis, la recién adquirida BSI S.A. por unos 1.330 millones de francos suizos (US$1.340 millones) en efectivo y acciones.
Junto con ello, el banco además está preparando una serie de medidas.
Según Bloomberg, la administración de BTG está en negociaciones con socios potenciales que ayuden a comprar las 116,7 millones de acciones que se comercializan en la bolsa de Sao Paulo, convirtiéndolo con esto nuevamente en una sociedad privada.
Ya los socios chilenos habían analizado la opción de recomprar la operación local, lo cual, sin embargo, quedó descartado luego de que un grupo realizara una oferta por Chile la cual fue rechazada por Brasil, dando a entender que de vender las filiales sería en un paquete, y no país por país.
Con todo, los despidos no han sido los únicos efectos que se han sentido en el país, pues el banco ha visto un retraso en su crecimiento esperado.
Según las últimas cifras de la Superintendencia de Bancos (SBIF), entre noviembre y diciembre del año pasado el banco registró una salida de depósitos de casi $20 mil millones. Es decir, si a noviembre tenía pasivos vista por $54 mil millones y a plazo por $35 mil millones, al último mes del año las cifras cayeron a $45 mil millones y $35 mil millones, respectivamente.
En tanto, los datos de la SBIF indican que las colocaciones en diciembre cayeron 54% respecto del mes previo, totalizando créditos por $25.248 millones.
La situación de la entidad ya había sido advertida por los reguladores. Por ejemplo, en la última sesión del Consejo de Estabilidad Financiera, el acta afirma que “con respecto al banco de BTG Pactual en Chile, se señaló que su ya reducido tamaño ha disminuido aún más tras conocerse la noticia. Su balance se ha mantenido estable, así como su liquidez y sus depósitos a la vista”.
Con algo más de un año de funcionamiento -partió sus operaciones el 23 de enero de 2015- el banco esperaba llegar a un punto de equilibrio dos años después de su puesta en marcha; sin embargo, los últimos acontecimientos podrían retrasar los planes en al menos un año.