En las tres cadenas de supermercados acusadas de colusión tienen la convicción de que el ilícito nunca ocurrió. Sus abogados ya preparan su defensa apuntando a distintos argumentos.
El principal de ellos, es desacréditar la colusión argumentando que aquí no existe una conducta o un patrón que se haya repetido en el tiempo, sino que más bien lo que existió es “una fuerte fricción poco elegante entre supermercados y proveedores”, dice un abogado.
E insiste: entre cientos de mails, sólo encontraron una docena, y en ninguno de ellos hay una comunicación entre los competidores, sólo peleas con los proveedores”.
Otro punto que buscará empujar la defensa es obligar a la FNE a que identifique “los otros” productos en los que, según el requerimiento, habría existido acuerdo. “Es poco serio, e injusto para las defensas, que la FNE diga que el acuerdo no se limita a la carne de pollo, y luego no mencione a qué se refiere”, dice un abogado.