Mientras el desplome de la producción de Venezuela acapara la atención del mundo del petróleo, en otro país de la OPEP se están cociendo problemas.
Angola, en el pasado el mayor productor de crudo de África, está sufriendo fuertes caídas de producción en campos marinos faltos de inversión. La producción ha bajado casi tres veces más de lo prometido por el país en un acuerdo con otros miembros de la OPEP. Y parece que las pérdidas van a acelerarse -un programa de envíos al que ha tenido acceso Bloomberg News muestra que las exportaciones de crudo caerán en junio al nivel más bajo desde al menos 2008- por lo que el grupo corre el riesgo de una restricción excesiva a la oferta.
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"Angola tiene un problema grave, con unas tasas de disminución cada vez más visibles", dijo Richard Mallinson, analista de la consultora Energy Aspects Ltd. en Londres. "La baja cifra en junio no parece ser un patrón de mantenimiento, sino que indica declives estructurales más pronunciados".
La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados han logrado eliminar un exceso de crudo mediante recortes de producción introducidos a principios de 2017, elevando los precios a un máximo de tres años por encima de los US$75 el barril. Las pérdidas accidentales de Venezuela facilitaron el progreso del grupo hacia sus objetivos. El país latino ha recortado en seis veces el nivel de producción prometido a medida que una espiral de crisis económica golpea a su industria del petróleo.
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El riesgo al que se enfrenta ahora la OPEP es un ajuste excesivo en los mercados mundiales, lo que impulsaría los precios a niveles que podrían sofocar la demanda de petróleo o provocar una nueva ola de oferta de Estados Unidos. Y conforme el lento declive de Angola se suma a la recesión en Venezuela, ese peligro va en aumento.
Las interrupciones en la producción de los miembros de la organización podrían impulsar el crudo Brent más allá de US$80 el barril, dijeron analistas de Bank of America Merrill Lynch, entre los que figura Francisco Blanch, jefe de investigación de productos básicos, en un comentario a los clientes.
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Las interrupciones involuntarias a la oferta son frecuentes en el grupo petrolero. Nigeria y Libia quedaron exentas del acuerdo de recortes porque sus respectivas producciones ya habían disminuido por la inestabilidad local, mientras que la adopción de Irak del acuerdo solo mejoró después de que una disputa política frenase las exportaciones. Algunos operadores ya están evitando crudo iraní por miedo a que el presidente Donald Trump vuelva a imponer sanciones.