La Superintendencia de Salud ha modificado las normas acerca de requerimientos de capital de las isapres, lo que tiene como antecedente la crisis de isapre Masvida. En este campo se advierte una diferencia cualitativa importante acerca las cifras entre el regulador y la industria.
El monto de la brecha es importante y demanda, por tanto, una mayor precisión de ambas partes o un punto de acuerdo, ya que esto es clave para los costos del sistema. Si bien la autoridad no ha modificado los ratios, las isapres sostienen que el nuevo mecanismo de contabilidad es lo que aumenta las exigencias de capital.
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Subrayan que la regulación no estaría asumiendo uno de los problemas que causó la quiebra de Masvida, como es el de las garantías. Se debe recordar que las consecutivas liberaciones de recursos en garantía por la autoridad hicieron que posteriormente dicha aseguradora de salud quedara en una complicada situación frente a sus acreedores.
El regulador ha admitido que la futura autoridad podría aplicar criterios diferentes y aunque se trata de materias con un fuerte componente técnico, conviene prestar atención a las prevenciones de la industria y mejorar la identificación de la cifra de capitalización, así como acordar formas de gradualidad en la aplicación de la normativa. También resulta conveniente establecer un mecanismo de consulta, similar al resto de las superintendencias.
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