El primer ministro británico, David Cameron, desafió ayer a los líderes europeos para que tengan más votos que él respecto del nombramiento de Jean Claude Juncker para el puesto más alto de Bruselas, en medio de renovadas advertencias de que podría empujar a Gran Bretaña más cerca a la puerta de salida de la UE.
Cameron dijo a Herman Van Rompuy, quien preside la reunión de la UE esta semana, que quiere que la nominación de Juncker como presidente de la Comisión Europea sea sometida a una votación sin precedentes y dijo que estaba dispuesto a aislarse en su oposición.
Sus advertencias llegaron luego de que los líderes de centro izquierda de Europa montaran un impulso de once horas para asegurar su participación en los altos cargos de la UE. Juncker, ex primer ministro de Luxemburgo, es un veterano político de centro derecha.
Los ocho líderes socialdemócratas y socialistas de la UE acordaron el fin de semana buscar los dos principales puestos restantes: la presidencia del Consejo Europeo ocupada por Van Rompuy y el alto representante de la UE o jefe de política exterior.
El plan, según personas que han estado en las discusiones, es que los socialistas se aseguren el derecho de ocupar esos puestos con sus candidatos a cambio de apoyar a Juncker. Helle Thorning-Schmidt, el primer ministro social demócrata de Dinamarca, es considerado como su candidato principal para suceder a Van Rompuy.
Downing Street dijo que Cameron advirtió a Van Rompuy que si los líderes europeos se inclinan por las demandas del Parlamento Europeo para el nombramiento de Juncker, podría marcar un paso irreversible, con líderes europeos electos entregando poder a los eurodiputados.
Un vocero de Downing Street dijo que los líderes europeos necesitan “darse cuenta de que los votantes británicos que esperan un referéndum en 2017 estarán pensando en las decisiones que la UE tomó los dos años anteriores a la votación. Por supuesto que eso podría afectar el resultado del referéndum”. Las advertencias llegaron en medio de nueva evidencia que la estrategia del primer ministro es alienar potenciales aliados.
Cameron ha sido acusado por Radoslaw Sikorski, el ministro de Relaciones Exteriores polaco, de haber manejado mal a la UE, una acusación entregada en una corriente de improperios. En una conversación con un ministro, dijo que Cameron había recurrido a la “propaganda estúpida” para apaciguar a los diputados conservadores euroescépticos.
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