"Con eso el Gobierno se ganaría un paro nacional de forma inmediata". Esa fue la dura respuesta del presidente de la Confederación Nacional de Dueños de Camiones (CNDC), Juan Araya, frente a la idea que se ha levantado en círculos académicos de subir el impuesto específico al petróleo diésel para compensar la rebaja del impuesto de Primera Categoría (grandes empresas) que impulsará el Gobierno dentro de la simplificación a la Reforma Tributaria.
Araya, que representa a los pequeños y medianos transportistas, advierte que un incremento del gravamen que hoy se sitúa en 1,5 UTM por m3 sería perjudicial para el sector. "Nosotros no tenemos cómo recuperar los precios, los valores del transporte ya están sumamente ajustados. Que vayan a sacar plata de otra parte, que se genere más ahorro, pero que no nos toquen porque nos afectaría", señala.
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El directivo, que también encabeza Conapyme, reveló que como gremio ya solicitaron una reunión al Ministerio de Hacienda para despejar si habrá o no un ajuste al gravamen al diésel en el proyecto tributario que ingresará este año el Ejecutivo. "Hay muchos economistas que andan con esta teoría y el ministro Felipe Larraín nos debería aclarar este punto", dice Araya.
Desde Chile Transporte -que agrupa a las firmas de mayor tamaño de la industria- su presidente, Víctor Manuel Jorquera, alertó los efectos negativos que tendría en la actividad económica un alza en el tributo específico. "En el caso hipotético que se aumentara el impuesto específico a los combustibles, el primer efecto sería un alza importante de todos los bienes de consumo a lo largo del país, producto de un aumento de los costos de transporte. Lo segundo es que tendríamos un aumento en la delincuencia por el robo de combustible", advierte.
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Jorquera plantea que en lugar de subir el gravamen se debería evaluar una rebaja del impuesto y la ampliación de su base imponible. "Este impuesto fue creado para la reconstrucción de carreteras, por lo cual lo pagamos sólo los transportistas y automovilistas, el resto de la industria no lo paga. No será razonable que como este impuesto es para financiar el país, porque como las carreteras ya están financiadas, que todos los sectores paguemos un mismo precio. Creemos que lo más lógico sería bajar el impuesto a las bencinas y al diesel, pero que todos los sectores lo paguen. El gasto del país lo tenemos que financiar todos los sectores, no un sector en particular", propone Jorquera.
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El dirigente precisa que parte de ese palnteamiento ya se lo hicieron llegar a las actuales autoridades de los ministerios de Hacienda y de Medio Ambiente.
Origen debate
Debido a que el mayor crecimiento no será suficiente para compensar la baja del impuesto a las empresas que el gobierno de Sebastián Piñera impulsará, ni tampoco para hacer frente al mayor déficit fiscal estructural de 2,1% con que finalizó 2017 y no de -1,7%, hay varias opciones que han surgido en el debate para aumentar la recaudación. Una de ellas es acercar el impuesto específico al diésel al de las gasolinas que está en 6 UTM por m3. Expertos como el académico de la Universidad Adolfo Ibáñez Claudio Agostini y Rodrigo Benítez del Instituto de Derecho Tributario han levantado dicha idea.
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En los equipos técnicos de Teatinos 120 no se ha descartado del todo revisar el tributo al diésel, aunque se reconoce que su viabilidad política para alzas es compleja.