El capitán alemán, Philipp Lahm, sorprendió a los aficionados de fútbol el viernes al renunciar a la selección con 30 años, sólo cinco días después de levantar la copa de campeón del mundo.
"Durante la pasada temporada tomé la decisión de poner fin a mi carrera internacional después del Mundial", escribió Lahm en una carta abierta en la web de la federación alemana de fútbol.
"Compartí mi decisión con el técnico Joachim Löw en un desayuno el lunes. Estoy feliz y agradecido de que el final de mi carrera internacional haya coincidido con la victoria en el Mundial de Brasil", explicó.
"Llevo tres días de vacaciones y aquí he encontrado la paz mental para aceptar el final de mi carrera como internacional. Os agradezco sinceramente una época maravillosa", agregó.
La renuncia de Lahm a la selección conmocionó al presidente de la federación alemana, Wolfgang Niersbach.
"Philipp me llamó esta mañana y personalmente me comunicó la noticia", dijo Niersbach.
"Me di cuenta muy rápido de que era inútil hacerle cambiar de opinión. No sólo ha sido un jugador excelente en estos 10 años en el equipo nacional sino que siempre ha sido un modelo de conducta. Le agradezco todo lo que ha hecho por la federación", añadió.
El éxito de Lahm y su peso en la selección es tal que hasta la canciller alemana, Angela Merkel, comentó su decisión.
"Me gustaría expresar mi respeto por lo que ha conseguido con el equipo nacional", dijo.
Lahm, que disputó su partido número 113 como internacional en la final del Mundial contra Argentina el domingo, continuará jugando en su club, el Bayern Munich.
El capitán del Bayern ha tenido una carrera estelar en la que llevó a su club a ganar la Liga de Campeones, la Bundesliga y la Copa de Alemania en el 2013.