La campaña de Sebastián Piñera para ganar la segunda vuelta será su último "empeño" en política, asegura Carlos Larraín. El ex senador y ex presidente de Renovación Nacional asegura que "ya está bueno" y que "cumplió su cuota", por lo que no tiene intenciones de trabajar en un eventual gobierno de centroderecha.
Orgulloso de los resultados de su partido, que logró conseguir la bancada más grande de la Cámara de Diputados, aclara que nunca pensó que el ex Presidente obtendría un triunfo arrollador y advierte que para ganar hay que conquistar a quienes no se levantaron a votar en la primera vuelta.
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¿A qué atribuye el triunfo electoral de Renovación Nacional?
- Buen trabajo de selección de candidatos, buen trabajo de ellos en terreno y el cambio en el sistema electoral, aunque a mí no me gusta el proporcional, nos ayudó. Porque antes ocurría que en el sistema binominal salía normalmente beneficiada la UDI y ahora ocurrió lo contrario. Creo que esas son las razones.
Con esta representación de RN, el partido tomará mayor importancia en un futuro gobierno de Piñera.
-Yo creo que es evidente, acentuado por la incorporación de (Manuel José) Coté Ossandón en la campaña que le va a dar más fuerza. Entre ellos dos están haciendo buena combinación. Así que tenemos que tener un decir importante en lo que viene hacia adelante.
¿Cómo queda la UDI en ese escenario?
-Es feo hablar de los vecinos. La UDI salió un poquito desalada pero en fin, sigue siendo un factor importante.
Pese a que a RN le fue muy bien, Chile vamos apuntaba a obtener más escaños, qué es lo que faltó.
-Yo de veras nunca aposté a que fuéramos a tener más de 72-74 diputados. Creo que los resultados para los partidos en el Parlamento fueron buenos. Chile Vamos salió reforzado, la Concertación se pisó la cola, digamos la Nueva Mayoría se pisó la cola porque se produjo la fragmentación de la izquierda, no porque nosotros seamos muy macanudos. El resultado fue bueno, no estoy desilusionado, al contrario. Ha sido bueno y va a ayudar en el futuro gobierno.
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¿Podría haber sido mejor?¿Influyó la toma de decisiones al definir la lista parlamentaria de la UDI?
-Siempre es un factor el candidato que se elija, pero es fácil equivocarse con los candidatos.
¿No hubo soberbia de la UDI como critican algunos?
-No. A ver, no conozco el escenario interno de la UDI, no sé lo que ha pasado allá. No sé, de veras no sé. Claro, hubo errores manifiestos, como insistir en llevar al ex diputado (Gustavo) Hasbún como senador en la Novena Región, mientras estaba disponible el Rojo Edwards, que de rojo no tiene nada, salvo el pelo.
En entrevistas anteriores aseguró que la carrera presidencial estaba ganada, ¿sigue pensando eso?
- Ganamos la primera vuelta. Pero nunca creí en la tontera de que se ganaba y se definía en primera vuelta. Ganamos la primera vuelta, punto. Eso dije yo.
Pero se esperaban resultados mejores...
-Creí que íbamos a sacar en torno al 40%, esa es la verdad, pero nunca creí que iba a ser un triunfo así arrollador, no daban los números.
¿Qué faltó para alcanzar el 40% que proyectaban?
-Ha habido un divisor de candidatos altísimo. Entonces, cada uno tenía que llevarse algo. El universo se ve que está congelado en torno a los 7 millones de votos, entonces, yo no veía por dónde. Luego hay una mala valoración de un gobierno socialista que ha sido un factor importante. Pero en fin, eso se disimuló con la existencia de varios candidatos de izquierda.
¿No hay algo que cree debería mejorarse en la campaña?
-Estamos en la segunda vuelta, tenemos que concentrarnos en pelear y ganar la segunda vuelta y mi única sugerencia en materia práctica es que atiendan a la abstención, ahí está la cantera. Esta tesis que circula de que hay que buscar el voto del centro creo que es una cosa... lo del centro es una entelequia, es una cosa que normalmente se usa para deslizarse hacia la izquierda. Aquí hay que salir a buscar el voto de las personas que se quedaron en la casa el domingo y atender a algunas de las cosas centrales que les preocupan.
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Entonces, ¿no cree correcto este llamado hacia el centro en que se ha enfocado la campaña de Piñera?
- No he visto un cambio muy acentuado, salvo que se incorporaran algunas de las ideas que impulsaba Cote Ossandón y de las cuales yo mismo adelanté que la gratuidad, por ejemplo, en tema de educación era una cosa instalada que hay que tratar de instalarla. Me parece que aunque el ideal dice que cada cual contribuyera en algo a la educación propia, está ahí rondando en el aire esta idea de que los estudiantes no dependan de sus padres para estudiar.
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¿No es un poco contradictorio el apoyo de José Antonio Kast con el discurso de centro?
- No veo tanto el discurso de centro. Yo creo que hay que salir a buscar los votos de manera seria. No se trata de enajenar el alma y eso está en ese súper pozo de la abstención.
Pero desde el comando han apelado al "centro social".
-Es una especie de tic que tiene la derecha en Chile, que como no cree mucho en sus propias ideas, la derecha siempre está mirando para el lado. Ya le pasó al gobierno de Sebastian Piñera el año 2012 y 2013, que pensó que tenía que hacerse querer por la izquierda y los únicos que salieron ganando fue la izquierda. Ahora, está el asunto este del mimetismo, el que usan los cazadores para no ser vistos en un potrero de maíz. Para qué sirve, es justo el momento en que hay que acentuar las diferencias sin timideces adolescentes. Así que un ejemplo concreto, dónde sale el centro, en un tema como el de la gratuidad, se para en el sexto decil, en el séptimo, en el octavo, dónde sale el centro en el tema de gratuidad. ¿Me comprende? Quiero ilustrar el punto de que el centro muchas veces es como cuando yo... yo pienso que la Scarlett Johansson es buena moza, pero está muy lejos eso para mí.
¿No debiera Sebastián Piñera mostrarse a favor del matrimonio igualitario?
-Ahí me asilo en lo que él ha dicho consistentemente. Él está a favor del matrimonio entre un hombre y una mujer. No creo que ese asunto deba ser expandido más allá de lo necesario porque no está muy arriba en la lista de las preocupaciones nacionales.
¿Se deben hacer guiños a la comunidad evangélica y a los ex militares?
-Desde el momento en que ha combinado un mecanismo de trabajo con José Antonio Kast esos dos grupos están siendo tomados en cuenta. El hizo esfuerzos durante la campaña para que esa gente se sintiera interpretada pero le creyeron más a José Antonio Kast, ahora José antonio Kast está trabajando con Piñera y está avalando la postura de Piñera en los temas que preocupan a esos sectores.
Hubo un momento que se puede interpretar como una especie de quiebre con el mundo evangélico cuando Andrés Chadwick se juntó con el líder del Movilh, Rolando Jiménez.
-No creo que llegara a ser un quiebre, pero es bueno tener en cuenta que esa persona estuvo encargada de proveer las armas para quienes llevaron adelante el atentado del Cajón del Maipo contra Pinochet. Entonces pretender que de ahí van a salir votos para la derecha me parece que es francamente surrealista, se lo quisiera Salvador Dalí resucitándolo.
¿No es correcto hacer guiños hacia ese sector?
-Es improductivo. Luis Larraín que fue niño símbolo en la campaña pasada de Sebastián Piñera, le dijo ahora que no votaba por Piñera ni aunque lo apretaran con una puerta. Nunca va a tener votos por ese lado.