La mujer economista más citada del mundo, Carmen Reinhart, alcanzó la fama global en 2010, cuando, junto con Kenneth Rogoff (ex economista jefe del FMI y profesor de Harvard) lanzó su famoso estudio donde comprobaron que una deuda pública superior al 90% impedía el crecimiento de un país. En ese momento muchos interpretaron su estudio como la base para las políticas de austeridad que han tomado muchos países de la eurozona tras la crisis de deuda, aunque ella niega que su estudio tenga relación con una promoción de estas políticas. Luego vino la polémica, cuando en abril del año pasado algunos economistas de la Universidad de Massachusetts dijeron haber detectado un error metodológico, algo que luego Reinhart y Rogoff desmintieron mostrando que sus conclusiones son sólidas. 

Reinhart trabajó en Bear Stearns, en el Fondo Monetario Internacional y enseñó en la Universidad de Maryland antes de llegar a la Universidad de Harvard, donde es profesora de la cátedra Minos A. Zombanakis de Sistema Financiero Internacional.

Hoy asegura que a Europa lo que le falta para alcanzar una recuperación es más reestructuraciones de deuda. Critica la lentitud "glacial" del Banco Central Europeo y sostiene que acabar con el dilema del too big to fail requiere dejar explotar a instituciones importantes.

Muchos han interpretado su estudio como la base para la austeridad en Europa...

-Eso es una calumnia que nos ha lanzado Paul Krugman a nosotros. A pesar de lo que nos han tratado de difamar, la relación que encontramos es que a altos niveles de deuda el crecimiento es más bajo. Los estudios que se han hecho incluyendo el de Robert Pollin y compañía (de la U. de Massachusetts), que hicieron muy buen negocio en tirar nuestro estudio por el suelo, encontraron lo mismo, que a mayor deuda hay crecimiento más bajo. Pero en el libro en cientos y cientos de páginas no se menciona la palabra austeridad y mucho se le da al tema de reestructuración que no se quiere tocar y al uso de mayor agresividad de los bancos centrales para tener inflación más alta y evitar la deflación. La gente va y repite lo que le convino a Paul Krugman decir y eso se lo he dicho a él y al señor Pollin.

¿Cómo va la recuperación de las economías de la eurozona? Grecia ya salió de la recesión, pero al parecer siguen las complicaciones...

-Se apunta a la austeridad, que es algo que ha contribuido al pobre crecimiento que ha tenido la eurozona. Un factor fundamental que ha detenido el crecimiento en Europa es la falta de mayores reestructuraciones de deuda. La deuda privada está en los bancos todavía, muy parecido a lo que ocurrió con Japón. En EEUU se movieron más rápido al lado del default de los hogares, con muchas ejecuciones hipotecarias, que son desagradables, pero ayudaron a reducir la deuda de los hogares. En Europa no ha habido el equivalente. En España, por ejemplo, uno pierde la casa, pero sigue con la deuda. No ha habido el grado de reestructuraciones y write offs que son necesarios para sanear crisis bancarias. En Europa mucha de la deuda que estaba en el sector privado pasó a manos del sector público, incluyendo el BCE. Esa deuda no creo que se vaya a repagar.

¿Cuáles serán las consecuencias?

- No creo que sean tan malas como la gente piensa. El punto es recordar el pasado. En los años '20 y '30, después de la primera Guerra Mundial, había una sobrecarga de deuda enorme en los países avanzados. Esos países dejaron de hacer pagos en sus deudas oficiales (deuda gobierno a gobierno). No estoy hablando de que esto sea una política que uno vaya y anuncie que no va a pagar, pero las reestructuraciones de deudas y los haircuts (descuento en la deuda) en deudas oficiales no tienen el mismo impacto que las reestructuraciones de deuda en manos del sector privado. En esas condiciones, en los años '30, no hubo una situación muy adversa cuando se reestructuró y se dejó de pagar esa deuda. Parte del proceso no va a pasar de la noche a la mañana, pero ya está pasando. Por ejemplo, Irlanda ha reestructurado su deuda oficial. Reducir tasas de interés y alargar el plazo, a eso las agencias de clasificación le llaman una reestructuración.

¿Qué debiera hacer el BCE? Ya está comprando valores respaldados por activos.

-Por ahí va. Europa en relación con EEUU se ha movido muy lento. La Fed fue muy agresiva en comprar desde el primer momento la deuda no sólo en el Tesoro, sino de hipotecas. Ese balance no se va a reducir. No hay que pensar que cuando la Fed habla de normalizar se refiere a reducir su balance a lo que era antes de la crisis. Esa deuda está ahí y se van a licuar básicamente. Esa es parte de la solución. En Europa han enfatizado desafortunadamente en hacerlo todo a través de austeridad y generar superávit primarios y en los casos en que los países pierden acceso a mercados de capitales como Grecia, Irlanda, España en distintos grados, no queda otra porque el resto del mundo no te quiere financiar. Pero ha habido errores porque ha habido una lentitud glacial en que el BCE compre más deuda y de empezar el proceso de reestructuración privada.

Pero eso se enmarca en el contexto de un bloque muy grande, donde Alemania no quiere ceder. ¿Es entendible la lentitud?


-Alemania es uno de los grandes acreedores y ningún acreedor va a votar para que le hagan un haircut. Pero sigo con la misma actitud que llevo teniendo hace años: no veo que estas deudas se repaguen a valor libro porque históricamente en los episodios de reducción de deuda, parte de la solución ha sido la falta de inflación, represión financiera con tasas de interés reales negativas, y en 25% de los casos ha sido reestructuración más explícita. No se ha hecho todo a través de crecimiento y ajuste fiscal.

A seis años del estallido de la crisis financiera ¿Cuáles son las lecciones que se han aprendido y cuáles falta por aprender?

-Ha hecho que se le ponga más atención al rol del endeudamiento, a los ciclos de deuda. En todos los países ha avanzado la deuda privada, antes de la crisis había llegado a niveles récord y creo que se veía con ojos muy benignos. Esa actitud ha cambiado como consecuencia. Los estándares que se aplican para los préstamos nuevos se apretaron. Ahora, fuera de ahí no se ha aprendido mucho. Con respecto a Europa, una de las lecciones de crisis anteriores es que para efectuar una recuperación más rápida hay que limpiar la deuda dañada y si los precios del mercado inmobiliario han caído 30% es difícil pensar que esa deuda puede seguir en los libros en su valoración original. Hay que considerar lo que ha ocurrido con el colateral. Eso ha pasado lentamente.

Ha habido multas millonarias a los bancos por manipulación de Libor, monedas, commodities. ¿Cuál es su opinión sobre el papel de los reguladores tras la crisis?

-El tema de la regulación es complicado porque se ha introducido una barbaridad de legislación. Sólo la ley Dodd-Frank tiene más de 1.000 páginas. Y cuánto resuelve los problemas fundamentales no me queda claro. No creo que el problema original del too big to fail se haya eliminado y no creo que los problemas de oscuridad en los balances se haya eliminado. Yo creo que todavía hay muchos riesgos en el sistema de shadow banking que no se han resuelto y el too big to fail tampoco.

¿Cuál sería una buena forma para eliminar el too big to fail?

-Todos sabemos la manera de solucionarlo pero nadie quiere intentarlo. La manera de solucionar el too big to fail es dejar que exploten instituciones importantes en forma consistente. Es decir, hacer lo que se hizo con Lehman Brothers, donde el problema de riesgo moral se aminora. Pero no veo que en momento de crisis esa sea la reacción. Muchas de las actividades más riesgosas se pasan del sector regulado al no regulado. Y no tengo ninguna confianza -no es que esté esperando una crisis como en 2007- pero los problemas fundamentales de falta de transparencia, de no poder regular las cosas que uno no ve y el problema de too big to fail yo creo que no se ha resuelto.

¿Qué se requeriría para zanjar esto? ¿Un acuerdo multilateral?

-En parte lo que se requiere es más coordinación pero los mercados financieros tienen un gran ámbito y no se conocen los riesgos. No hay la transparencia y por esto no veo que incluso con más énfasis en colaboración ese problema se resuelva fuera de que se decida globalmente que los mercados financieros regresen al año '45, con todo tipo de controles colectivos, una regulación súper fuerte. No veo que se regrese a eso.

¿Está trabajando en un nuevo paper?

-Estoy trabajando en el tiempo que les ha tomado recuperarse a las economías después de la crisis. Kenneth Rogoff y yo hace tiempo estamos diciendo que las recesiones asociadas a crisis severas son más lentas, pero son más lentas en Europa que aún las peores crisis. Mucho tiene que ver con la falta de desapalancamiento. Estoy viendo ese tema, de qué rol juega la velocidad de desendeudamiento, los write offs. En Chile, por ejemplo, cuando hubo una crisis a principios de los '80 hubo restructuración privada y pública, que es lo más normal y es lo que facilita la recuperación. En Europa todavía se ha ido mucho por la ruta de Japón. No creo que Europa tenga el aguante que tuvo Japón.

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