Los puertos de San Antonio y Valparaíso, en vez de aunar fuerzas para atraer la mayor cantidad de cruceros, van al encuentro mundial de operadores de cruceros en Florida (Estados Unidos) llevando cada uno propuestas propias, destacando las ventajas de uno sobre el otro, lo que es claramente un error de estrategia.
Sin lugar a dudas, una propuesta conjunta demostraría la madurez a nivel país para atender los requerimientos de esta importante actividad, además permitiría sumar otros puertos al circuito de cruceros. Es hora de que Chile salga al mundo a mostrar su madurez en la industria del turismo de manera única, sólida y profesional, dejando atrás desafinadas mezquindades que no sólo traban el progreso de nuestros puertos, sino de Chile, porque no permiten tener una potente imagen a nivel país para recibir y atender el gran flujo de turistas que desean conocer las bellezas de Chile.
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Luis Enrique Soler Milla