Si un día en Chile tuviéramos a Gabriel Boric o Giorgio Jackson de Presidente, estuviéramos igual de arruinados que Venezuela con Maduro y tuviéramos que irnos todos, estoy seguro de que muchos de los que hoy dicen que el migrante tiene que irse "con contrato de trabajo bajo el brazo a vivir a otro país", cambiarían diametralmente su discurso. Lo que pasa es que a esas personas que se oponen al inmigrante nunca les ha tocado "bailar con la fea". Por eso la insensibilidad.

Iván Olguín

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