En lo que va de 2018, el dólar ya acumula un descenso superior a los $13, alcanzando niveles mínimos que no se veían desde 2015. En este contexto, y con el valor de la divisa norteamericana cayendo bajo la barrera de los $600, uno de los segmentos más beneficiados son los consumidores que compran en sitios de e-commerce que operan en el exterior. Al tener el peso una mayor valoración frente a monedas extranjeras, los compradores pueden acceder a precios más atractivos, gastando menos en los mismos productos, ya que al ser valorizados en dólares, la caída de la divisa los beneficia.
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La baja del dólar también ha permitido visibilizar el aumento del uso del comercio electrónico internacional, y ha posicionado al e-commerce como una opción para acceder a productos y precios más convenientes. Sin embargo, aún falta un trecho para que el país alcance los niveles de penetración de la industria, considerando que el medio de pago favorito de estos servicios es la tarjeta de crédito y sólo 28% de la población mayor a 15 años tiene acceso a ellas, de acuerdo con un informe de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF). En base a las cifras, estamos muy lejos de poder catalogar a la sociedad como inmersa en el comercio electrónico. Algo que se ve reflejado en lo poco que se aprovecha esta ventana de oportunidades, tanto para consumidores como para los emprendimientos que utilizan esta plataforma para crecer. Sin embargo, así como cada vez se le da más relevancia a este mercado a través de fechas relevantes, como Cyber Monday, el Black Friday y la llegada de grandes del comercio electrónico a Sudamérica, como Amazon, esperemos que también se vuelva más común que cada vez más personas puedan acceder y aprovechar el e-commerce, un medio de inclusión cada vez más masivo.
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Gabriel Moreno - Jefe de Proyecto Multicaja PayPal