En una interesante columna, Andrea Repetto resume la conclusión del panel de expertos de la Escuela de Negocios de la Universidad de Chicago, donde una mayoría manifiesta que la rebaja de impuestos a las empresas (corporaciones) de 35% a 20% propuesta por Trump, no elevaría sustancialmente el PIB. Esto puede deberse a que junto con rebajar la tasa de impuesto corporativa, la reforma establece la deducción de la inversión en el mismo año que esta se efectúa (depreciación instantánea), lo cual sí tiene un potente efecto sobre el PIB al incentivar nueva inversión, aunque podría elevar el déficit fiscal. En este contexto, reducir la tasa cor-porativa no tiene un efecto adicional sobre inversión y actividad económica.

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Respecto a su referencia a Chile, en un sistema plenamente integrado efectivamente el impuesto que paga la empresa es un adelanto de lo que pagan sus dueños. Sin embargo, el impuesto que soportan las utilidades reinvertidas -actualmente de 27%-, es el relevante para evaluar los incentivos para llevarla a cabo. Sin perjuicio de que cuando los dueños decidan retirar las utilidades, tendrán un crédito de 65% del impuesto pagado por la empresa. De lo anterior, puede concluirse que para incentivar la inversión (quitar el sesgo antiinversión del sistema tributario) es más relevante establecer la depreciación instantánea, posiblemente en una primera etapa para todas las pymes, que reducir la tasa de impuesto de un 27% a 25%.

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Luis Felipe Lagos M. - Economista