Hace algunos días, la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) presentó el primer Informe de Ahorro a Plazo en el Sistema Financiero, que indica que los chilenos tienen una muy baja capacidad de ahorro y que es de carácter previsional, es decir, obligatorio y poco líquido. Esta situación se debe a que el salario promedio no alcanza a cubrir la totalidad de los gastos mensuales, lo que desemboca en un alto nivel de endeudamiento. Además, el foco de los bancos son los instrumentos crediticios y no el ahorro. En general, existen instrumentos poco atractivos para los ahorrantes por parte de los bancos, y las tasas de interés que se pagan por el ahorro son bajas. Si bien existe una alta tasa de penetración de cuentas o instrumentos de ahorro (poco más de 13,7 millones), estas cuentas en su gran mayoría tienen un saldo muy bajo, por lo que, en estricto rigor, no representan un instrumento que se utilice para ahorrar.
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La clave es avanzar fuertemente en educación financiera y apuntar a un cambio en la cultura, pasar del crédito al ahorro. Con ello, es posible organizar los ingresos, gastos y, de a poco, dejar de lado el endeudamiento.
Ricardo Ibáñez - Abogado Defensa Deudores