Con sus 26 AÑOS, Catalina Pérez (RD) será a partir de marzo una de las parlamentarias más jóvenes del Congreso, una de las dos nacidas en democracia. En los pasados comicios, fue electa diputada del Frente Amplio por Antofagasta, donde compitió contra Marcos Espinosa (PR), diputado a quien conocía desde 2006 cuando ella fue dirigenta de la "Revolución Pingüina", y a quien ahora desbancó tras tres periodos legislativos. En esta entrevista, Pérez habla de la postura del FA por la segunda vuelta, de la interpelación a Alejandro Guillier y del desafío político que viene para su bloque.

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¿Qué viene ahora para el FA?

-A partir de esta elección, se reconfigura el escenario político. Llegó el FA con un proyecto transformador, que va de la mano con un nuevo modo de hacer política, que cuestiona lo establecido. Nos preguntaron si dábamos o no nuestro apoyo a Guillier, pero no tenemos por qué responder en términos binarios, ¡nosotros establecemos los términos de nuestro modo de hacer política! Eso abre posibilidades, pero también tiene riesgos, porque cuando cuestionas lo establecidos, asumes la responsabilidad de ser coherente con este modo de hacer política.

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¿A qué se refieren con que no caerán en los acuerdos tradicionales?

-Se trata de la política transicional, de acuerdos a puertas cerradas, la que la ciudadanía cuestiona y que le abrió un espacio al FA desde el sentido común. Por ejemplo, si esperan que nos encerremos con la NM y Chile Vamos para acordar una reforma a la Constitución, eso no pasará. Será difícil que los conglomerados tradicionales lo entiendan, eso se ve en este llamado a que la NM se comprometa con un proyecto transformador mientras que ellos nos llaman ambiguos. Pero no hay nada más claro que decir que necesitamos que Guillier se comprometa con los cambios que la ciudadanía validó en las urnas. Esta nueva forma llegó para quedarse y no fue por una fórmula mágica del FA, sino que porque el sentido común está en disputa.

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Hablando de eso, ¿cómo explicarías la postura que tomó el FA por segunda vuelta? Muchos la calificaron de ambigua...

-El FA ha sido claro en varias premisas. No nos da lo mismo quién gobierne, porque un gobierno de derecha es un retroceso y tenemos dudas de que la NM represente un avance, y es por eso que queremos que Guillier se comprometa. Por eso estamos esperando que nos clarifique, por ejemplo, qué significa eso de terminar con el monopolio de las AFP, ¿es que no existan más o regularlas más? Y les devolvería la pregunta, ¿quién está siendo ambiguo? ¿Nosotros por pedir definiciones a quién pasó a segunda vuelta? ¿O ellos al esperar que la gente vaya a votar por Guillier por ser el mal menor?

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Otros diputados de RD, como Miguel Crispi, Maite Orsini y Pablo Vidal, dicen que votarían por Guillier. Si la elección fuera ahora, ¿votarías por Guillier?

-Si la elección fuese ahora, votaría nulo. No me gustaría, pero ya no basta con la idea del mal menor. No dejaría de ir a votar, pero si un proyecto no logra convocarme, no le daré el apoyo. El compromiso político tiene que darse en términos más responsables. Si la elección fuese hoy, votaría nulo, pero espero no tener que hacerlo.

¿Y no habría sido mejor presionar en estas semanas a la NM a acoger sus propuestas?

-La responsabilidad de convocar no es nuestra, y no nos corresponde ir a disputar esos espacios que no son nuestros, porque reconocemos que perdimos la elección. Tenemos un proyecto que no se transa y resguardamos la confianza que la gente depositó en nosotros. El FA apuesta a ser un proyecto de mayorías a largo plazo y cualquier cosa que hipoteque nuestra identidad o que nos identifique en función de los conglomerados tradicionales, sería un error estratégico.

¿Cree que la decisión del FA le pueda traer costos políticos?

-Siempre que tomas decisiones, tienes que asumir un costo. Cualquier posición que el FA hubiese asumido, le habría traído costos. Pero fuimos coherentes con lo que le ofrecimos a Chile, con nuestra ética y nuestra forma de hacer política, y eso no es transable. A quien quiera acompañarnos en ese camino, bienvenido, y a quien hayamos decepcionado, esperamos reencantarlo.

El FA tendrá una gran bancada y de sus votos dependerán muchos proyectos, ¿qué labor ejercerán desde la oposición?

-Tendremos capacidad negociadora, queremos impulsar los proyectos de ley hacia el lado donde el FA quiere que estén, con las transformaciones sociales, la transparencia, con el Chile de los derechos y no de los negocios.

En marzo, la NM probablemente muera, ¿crees que el FA debería atraer a los sectores progresistas de esa coalición?

-El proyecto de la NM está agotado y en crisis, por no entender el nuevo ciclo político. Pero el FA es un espacio abierto para quienes quieran comprometerse con las transformaciones, no hablamos desde un púlpito moral, no somos Mesías. El FA es un espacio en construcción, se seguirá ampliando, y eso me gusta, porque en la medida de que somos diversos y nos unimos bajo un proyecto transformador, somos capaces de responder a la diversidad de Chile. Y si sectores de la NM se comprometen con este proyecto transformador, bienvenidos sean.