El 2015 fue un año de cambios para la distribuidora Desa. Al traspaso de la popular cerveza mexicana Corona al portafolio de Cervecería Chile en septiembre del año pasado, ahora se suma la pérdida de la distribución de Red Bull.

La energética es la marca líder en el mercado en Chile, con un 42% de participación, aunque hace dos años manejaba sobre el 50%, dicen fuentes de la industria. La sigue Monster Energy, que distribuye VCT Chile (ex Comercial Peumo), que cuenta con una participación de 16%, pero que en los últimos años ha ido al alza.

Red Bull pasó a ser distribuida a nivel nacional por la Compañía de Cervecerías Unida (CCU) desde diciembre pasado.

La compañía -ligada a la familia Luksic- ya era comercializador de la bebida energética en Argentina, aunque según indicaron fuentes cercanas al proceso el cambio de distribuidor en Chile se debió a objetivos propios de Red Bull de acaparar un mayor número de clientes.

Esto considerando que la embotelladora -donde los Luksic comparten propiedad con la holandesa Heineken- es la mayor distribuidora de líquidos a nivel nacional con 22,9 millones de hectrolitros vendidos anuales (2014) de los que el 71% es destinado al mercado chileno. El 40,8% de participación de mercado total que mantenía CCU a fines de 2014 parece ser la razón para que la estadounidense decidiera cambiar su distribución en Chile.

Con la incorporación de Red Bull, son tres las bebidas energéticas que comercializa la embotelladora nacional. Además de  la marca norteamericana -reconocida por el patrocinio a diversos eventos deportivos a nivel mundial- el portafolio de CCU incluye Adrenaline Red -marca de Pepsico- y Kem Xtreme, distribuida a nivel nacional en dos formatos.

El revés de Desa

Pero Desa no se queda de brazos cruzados. La comercializadora se encuentra preparando la distribución de Pisco Bauzá. Esto luego que la semana pasada Agroproductos Bauzá informara la compra del 49% de la participación de la pisquera que hasta ese momento mantenía la Compañía Pisquera de Chile, filial de CCU.

Algo más que cuatro años duró la alianza entre la embotelladora y la familia Bauzá que comenzó en diciembre de 2011, cuando CCU entró a la propiedad de la firma de destilados con una operación que rondó los US$ 10 millones frente a la transacción que se llevó a cabo hace unos días y que ascendió a cerca de la mitad, con 150 mil UF (US$5,32 millones aproximadamente)

Según trascendió en la prensa la salida de CCU del negocio habría estado marcada por algunas complicaciones en ambas partes luego de que la compañía ligada a Andrónico Luksic acudiera a la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) para solicitar el inicio de un proceso de arbitraje por la forma en que se estaba llevando el negocio.

Consultados por PULSO respecto al quiebre, desde Pisco Bauzá prefirieron no referirse al respecto.