Inversiones por debajo de lo inicialmente presupuestado fueron las que materializó CCU, la principal empresa cervecera de país y la segunda de bebidas no alcohólicas, durante el año pasado.
De los $219 mil millones considerados para proyectos -equivalentes al cambio actual a US$310 millones- sólo materializó el 60%, es decir, unos US$187 milones.
¿La razón?
Algunos proyectos de expansión de capacidad de la compañía han sufrido retrasos, tal como indicó ayer el CFO de la empresa del grupo Quiñenco, Felipe Dubernet.
El ejecutivo participó ayer en una conferencia telefónica con inversionistas junto al gerente general de la empresa, Patricio Jottar (en la foto).
De los proyectos, el más relevante es la planta de bebidas no alcohólicas que la empresa lleva adelante en Renca, y que considera un centro de distribución y una planta de bebidas y jugos.
La iniciativa, si bien no está postergada, ha enfrentado una demora originada por el traslado desde Paine, donde estaba considerada inicialmente, hacia Renca.
“La planta y el centro de distribución que se construirán en Renca no están pospuestos. El proyecto estaba originalmente considerado en Paine, pero fue trasladado a Renca, lo que explica que se haya pospuesto. Estamos en el proceso de tramitación de los permisos ambientales requeridos (DIA y EISTU), que toman un tiempo. En el intertanto, trabajaremos en eficientar nuestras operaciones actuales para enfrentar el crecimiento futuro”, señalaron fuentes de la empresa ante la consulta de PULSO.
Otro de los proyectos que desarrolla CCU es una planta de cerveza en Cundinamarca, Colombia -en alianza con su socio local, Postobon-, el que está avanzando y con buenas perspectivas. Según señaló ayer el gerente general de CCU, ya están listos los derechos de agua y actualmente están licitando la adquisición de los equipos y definiendo el plan en detalle de la planta.
“La construcción de las obras civiles de la planta debe comenzar en el primer trimestre de 2016 o a principios del segundo trimestre, y esperamos que la construcción esté terminada en aproximadamente dos años”, añadió el ejecutivo. CCU ha invertido hasta ahora unos $30 mil millones de los $200 mil millones que considera todo el proyecto.
Otro foco de interés de CCU es Argentina. Al respecto, Jottar añadió que para elevar los niveles de rentabilidad en ese país va a ser necesario “algo más” que la eficiencia en la operación, apuntando a mayores precios.
“Tenemos que aumentar en gran medida los precios con el fin de construir rentabilidad. La economía argentina está comenzando una recesión, pero estamos muy esperanzados sobre el futuro. En el corto plazo, la transformación y todos los ajustes realizados por el nuevo gobierno van a tener un impacto”, agregó Jottar.
En el caso de Chile, agregó, la combinación de precios y eficiencias más el crecimiento proyectado de la empresa debería ser suficiente. “Tenemos el propósito de mantener un margen cada vez mayor en nuestro negocio y nuestro plan estratégico 2016-2018 apunta precisamente a eso”, complementó.