Diez meses después de convertirse en el director ejecutivo de Sony, Kazuo “Kaz” Hirai sabe que el reloj está corriendo rápidamente para un vuelco en la estrategia para el grupo japonés de electrónica, que en febrero reportó su tercera pérdida trimestral consecutiva, llevando las pérdidas de los últimos doce meses a 50.900 millones de yenes (US$544 millones).

En el marco del Mobile World Congress en Barcelona después de revelar la tablet Xperia Z10, la última incursión de Sony en el mercado de las tablet, que hasta el momento ha causado poca impresión, Hirai reconoció que Sony no es conocido por dar vuelcos rápidos en poco tiempo “pero esto es exactamente lo que estamos tratando de hacer porque no tenemos el lujo del tiempo en nuestras manos”.

Desde su nombramiento, destacó, ha reasignado o reemplazado a todos salvo a dos gerentes senior de Sony y sus jefes operativos en Rusia, Brasil, Europa, India, China y Japón. “Sony era conocido por no actuar muy rápido, entonces este sentido de urgencia que tengo es muy fuerte y he actuado al respecto”, planteó.

El año pasado subrayó la necesidad de un vuelco en la unidad de televisores de Sony -que está generando pérdidas- dentro de dos años y de volcarse de manera más agresiva a mercados emergentes.

Además, fijó tres áreas clave de negocios: móvil, imagen digital (desde sensores digitales a equipos de broadcasting), y videojuegos y servicios de redes. Analistas de Fitch advirtieron la semana pasada que la rentabilidad en estos tres segmentos estará bajo presión por varios trimestres.

La semana pasada, Sony decepcionó a muchos analistas al no mostrar su planeado PlayStation 4 en un evento de lanzamiento de la consola de próxima generación, pero usó el congreso de Barcelona para revelar un extendido rango de smartphones Xperia, un año después de comprar Ericsson, su antiguo socio en el joint venture de telefonía móvil.

Hirai dijo que estos productos mostraban la capacidad de Sony de sacar tecnologías como sensores de imágenes y procesadores de video de varias partes de su negocio para construir productos diferenciados y de alta gama.

“La telefonía móvil es una parte muy integral de nuestra estrategia y por eso disolvimos el joint venture con Ericsson y formamos una compañía subsidiaria completamente nuestra”, planteó. “Todo está convergiendo hacia los smartphones y sentimos que necesitábamos tener el control total de ese negocio porque tiene mucho impacto en nuestro negocio de TV, nuestra unidad de imagen digital y nuestro negocio de videojuegos”.

La participación de 4,8% de Sony en el mercado mundial de smartphones por unidades se ubicó por detrás de Samsung y Apple en el tercer trimestre, según IDC, pero su unidad móvil reportó un crecimiento de sus ingresos subyacentes de cerca de 10% para el trimestre y redujo sus pérdidas.

Consultado sobre cómo evaluaría sus 10 primeros meses, Hirai es cauto. “Creo que es muy pronto para decirlo… (pero) todas las decisiones ejecutivas que he tomado están básicamente en línea con las cosas que he delineado”.

Hirai citó la desinversión de los paneles LCD de Sony y el negocio de químicos y su edificio en Nueva York, para invertir en más capacidad en su producción de sensores de imagen y baterías. “En ningún período de la historia de Sony se han tomado tantas decisiones de esta magnitud”, sostuvo. “Creo que la compañía ahora va en la dirección correcta”.

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