Fueron 636.677 los votos que, según las cifras oficiales del Servel, separaron a Sebastián Piñera de Alejandro Guillier. Los más de nueve puntos de distancia no sólo se explican por el traspaso de votos de los candidatos presidenciales que quedaron en el camino en la primera vuelta; también hubo nuevos votantes -en total, 330 mil personas que no votaron en noviembre sí lo hicieron en diciembre- y comunas que cambiaron de tendencia o aumentaron considerablemente su votación, como Las Condes (32.785 votos más) o Ñuñoa (18.021 votos más).

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El investigador del Centro de Estudios Públicos Francisco Szederkenyi, a partir de los datos acumulados por el Servel y cruzando cifras de la encuesta Casen de 2015, realizó una caracterización sociodemográfica de los votantes que escogieron al presidente electo a nivel comunal en el balotaje, al que tuvo acceso PULSO y que será publicada en lasituacion.cl, el blog de los investigadores del think tank. Varios son los datos a considerar (ver gráficos relacionados).

El primer dato relevante es que Sebastián Piñera subió considerablemente su rendimiento en aquellas comunas en que el promedio de edad es menor, comparándola con aquellas comunas donde ese promedio es mayor. De hecho, el alza en las comunas catalogadas como más jóvenes se empinó cerca del 20% en la segunda vuelta.

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Otro de los datos relevantes pesquisados por Szederkenyi es que en comunas de mayores ingresos el abanderado de Chile Vamos subió hasta en un 19%. Ese crecimiento es algo mayor a las comunas de menores ingresos, que alcanzan en promedio un 15%. En el sector oriente, por ejemplo, la participación en segunda vuelta llegó al 62,6%, un punto y medio más que en primera vuelta. Esto incluye a Vitacura, uno de los lugares del país con la más alta participación (73%) y que se inclinó por el ex presidente con el 87,99%.

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Una tercera variante es que las comunas con los niveles más altos de educación aumentaron la votación de Sebastián Piñera en un 19%. En las zonas menos educadas esa misma subida fue de un 13%.

Son estas características similares a las comunas en donde la candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, consiguió en primera vuelta buenos resultados. Y donde Sebastián Piñera obtuvo, en cambio, los peores.

Sin embargo, Szederkenyi llama la atención respecto a sacar definiciones apresuradas a partir de estos datos.

"No hay que precipitarse a conclusiones erróneas. Tras realizar un análisis de esta posible relación, a nivel comunal, se observa que, mientras el traspaso de votos de la candidata del Frente Amplio hacia Alejandro Guillier habría sido altísimo -relación 1 a 0,88-, en la segunda vuelta, no habría habido un trasvasije de votos estadísticamente significativo desde Sánchez a Piñera".

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La probabilidad, entonces, de que efectivamente los votos del Frente Amplio se hayan traspasado al candidato de la Nueva Mayoría, y no a la opción de Chile Vamos como algunos dirigentes han especulado en los últimos días, es bastante alta.

"A nivel comunal, la coalición de centroderecha habría atraído al 90% de los electores de José Antonio Kast y al 60% de los de Marco Enríquez-Ominami. Ambos candidatos obtuvieron un porcentaje de votos mayor en las comunas donde la población es más joven. Eso explicaría el aumento de votos que obtuvo Piñera en las comunas de menor edad", explica Szederkenyi.

El investigador, sin embargo, aclara que "el aumento porcentual de votos obtenidos por el presidente electo en las zonas de mayor nivel educacional no se explica por la votación obtenida por Enríquez-Ominami y Kast en primera vuelta. Luego, la coalición de centro derecha sí habría atraído a nuevos electores más educados".

Esto se puede fundamentar, entre otras cosas, porque tanto Enríquez-Ominami como Kast -que obtuvieron un 5,71% y un 7,93%, respectivamente- despertaron a un voto joven pero que no necesariamente coincide de forma concluyente ni con la mayor escolaridad ni tampoco con los más altos ingresos que caracterizaron al votante de Piñera en el balotaje.