En 2017, las expectativas para la inflación de Chile tuvieron que corregirse sistemáticamente a la baja. A principios del año pasado, las expectativas del mercado apuntaban a un nivel cercano 3%. Dicha proyección se mantuvo en ese mismo nivel hasta junio cuando se redujo a 2,8%. Luego en septiembre pasó a 2,3% y en octubre retrocedió hasta 1,8%. Finalmente, tras el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de diciembre de 0,1%, los precios finalizaron el año en 2,3%. De esta manera, el registro anota su menor nivel desde 2012 y completa 15 meses bajo la meta de 3% del Banco Central (BC), y se sitúa cerca del piso del rango de 2% y 4% de tolerancia del instituto emisor. Este escenario de menores presiones inflacionarias llevó a que Chile se situara como el segundo país con la menor inflación en 2017, ubicándose sólo detrás de Perú.

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¿Pero qué factores explicaron esta situación? De acuerdo al economista jefe de Itaú, Miguel Ricaurte, se produjo una combinación de hechos como "una actividad débil y un peso chileno que mostró un desempeño favorable a lo largo del año, lo que implicó presiones inflacionarias importadas acotadas". En otras palabras, el retroceso de $54,73 que tuvo el dólar en 2017 tuvo efectos importantes en la inflación importada.

Pero también sorprendió a la baja el comportamiento de los precios de la división Alimentos y Bebidas no alcohólicas, los cuales registraron sus menores precios en tres años. Estos menores precios se explican por razones climáticas, ya que durante el período no se produjeron problemas de sequía ni heladas, lo que ha permitido el normal abastecimiento de los productos.

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A nivel regional, en Perú y Brasil, los precios estuvieron controlados. (Ver nota relacionada). En este punto, Ricaurte destacó que "la mejora en las condiciones externas, producto de un dólar débil y mejoras en los precios de las materias primas que llevaron a un fortalecimiento de las monedas de la región ayudó a que la inflación importada se moderase claramente en economías como Brasil, Chile, Colombia y Perú". El economista subrayó que "la restricción monetaria aplicada en años pasados en Brasil, Colombia y Perú logró el hacer que la inflación se sitúe al cierre de año mucho más cerca de los valores objetivo de las autoridades monetarias".

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Perú: la más baja de América Latina

No sólo ocupa el primer lugar como la más baja de la región, la inflación de Perú alcanzó en ese país su menor nivel en ocho años.

El 1,4% registrado en 2017, se situó dentro del rango meta de 1% y 3% del Banco Central de Reserva (BCR).

La caída en el indicador se explica principalmente por una reducción en el precio promedio de la energía y los alimentos (-1,48%), "producto de la reversión de oferta", indicó el organismo.

En tanto, luego de tres caídas consecutivas, en diciembre la inflación fue de 0,16%, su primera variación positiva, luego de tres meses de caídas consecutivas.

Con respecto al primer trimestre de este año, se estima que se mantendrá en niveles bajos, incluso bajo el 1%.

La exitosa recuperación brasileña

En un país que tradicionalmente ha tenido problemas con los precios, la inflación disminuyó en el último mes de 2017 para cerrar en 2,9%.

"El ministro de finanzas junto con el presidente del Banco Central están haciendo un gran trabajo, y esa es la razón principal de la baja", dice el analista de inversiones brasileño, Breno Brito.

Según el experto, un hito que reafirma la estrategia implementada por la entidad, fue el reconocimiento al titular del Banco Central, Ilan Goldfajn, como el mejor banquero central del mundo según The Banker.

Con esto, una baja consecutiva de la inflación desde 6,29% en 2016 permitió al organismo llevar la tasa de interés a su mínimo histórico de 7%.

Colombia: tres años sin cumplir la meta

Colombia sigue en ajustes en cuanto al costo de vida de sus ciudadanos, informó hacer unos días el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).

Por tercer año consecutivo el país no cumplió su meta de inflación, tras registrar un 4,9%, es decir, un 0,9% por sobre el rango de entre 2% y 4% establecido por el Banco de la República.

Sin embargo, el último dato es 1,66% menor que el registrado en 2016 (5,17%).

Según el análisis del organismo, vestuario y alimentos fueron las dos categorías que contribuyeron el año pasado al ajuste del IPC (1,92%).

En su plan financiero de 2018, el ministerio de Hacienda proyectó un 3,3% para este año

México y su mayor tasa en 17 años

Productos agrícolas y combustibles fueron los responsables que la inflación en México alcanzara una tasa de 6,8% el año pasado, su mayor nivel desde el 2000.

Pese a que el Banco de México (Baxico), había pronosticado un 3% para 2017, pero en los primeros meses de ese año el Gobierno de Enrique Peña Nieto activó una política de "gasolinazo", que elevó los precios de los combustibles entre el 14% y el 20%.

En cuanto al indicador subyaciente para diciembre, que no contempla los precios de mayor volatilidad, como energía y transporte, fue 0,42%.

La encuesta de expectativas del Banxico estimó que la inflación anual en enero se ubicaría en 5,3%

Argentina mantiene alta inflación

El sendero de desaceleración de la inflación de Argentina, fue en 2017 una de las principales piedras en el camino para el equipo económico del gobierno de Mauricio Macri.

Si bien el IPC descendió desde un 40,3% en 2016 a un 24,8% el año pasado, el Ejecutivo se vio obligado a ajustar las metas para los próximos años. La de este año se elevó al rango 12% a 15% anual, y no son muchos los que confían en que pueda cumplirse.

Hasta hoy, la nación trasandina sólo es superada por Venezuela en cuanto a tasa de inflación.

Comparado con los países de la región, Argentina muestra niveles de hasta seis o siete veces más alto que: Uruguay (6,55%), Paraguay (4,55%) y Bolivia (2,71%).

Venezuela el elefante blanco de la región

Desde 2015 que el Banco Central de Venezuela (BCV) dejó de publicar cifras oficiales de la golpeada economía. Pero fue la destituida Asamblea Nacional, de mayoría opositora, que calculó en 2.116% la inflación de 2017, ubicando al país en el último lugar a nivel mundial.

Desde la misma Comisión de Finanzas aseguraron que la impresión de dinero realizada para financiar el déficit del Gobierno, responde a la principal causa de la "hiperinflación".

Según el experto venezolano, Miguel Velarde, "si la cosas no cambian, el modelo económico se mantiene y la situación se sigue agravando, la hiperinflación puede llevar a Venezuela en 2018 incluso a superar el 20.000%".