Si usted no lo sabía, la semana pasada nuestro país obtuvo por segunda vez el "Oscar" del turismo, siendo elegido como "Mejor destino de turismo aventura del mundo", según los World Travel Awards, premios que desde 1993 destacan la excelencia y mejores prácticas de la industria a nivel global.

Esta distinción, que pone nuevamente a nuestra nación en la primera página de cientos de publicaciones alrededor del mundo, no responde a un hecho aislado, sino que es fruto de una estrategia sistemática y sostenida en el tiempo, que congrega esfuerzos del sector público y privado, para difundir un mensaje único, atractivo y coherente en torno a las bondades de nuestro país. Así, en conjunto, hemos velado por proyectar en el extranjero que somos un territorio de extremos, singular y diverso, capaz de cautivar con múltiples experiencias.

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En este sentido, es indudable que Chile se está posicionando como un destino imperdible. Así lo demuestra no sólo este galardón, sino también el hecho de que Lonely Planet nos catalogara como mejor lugar de viaje de 2018 y Nat Geo destacara a Santiago dentro de las ciudades que se deben visitar el próximo año. Asimismo, decenas de artículos en canales de referencia como Conde Nast, Rough Guides y Travel and Leisure, por nombrar algunos, han alabado los cautivantes paisajes del desierto, la Patagonia, nuestra variada gastronomía y vida nocturna, entre muchos otros aspectos.

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Las cifras avalan esta realidad: según datos del Ministerio de Economía, entre enero y octubre de 2017 han llegado al país alrededor de 5,3 millones de turistas foráneos, lo que representa un crecimiento de 16,2% respecto del mismo período de 2016. Así, se espera finalizar este año alcanzando los 6,4 millones de visitantes, superando lo consignado en 2016, cuando se llegó a los 5,6 millones de personas.

Junto con este incremento es fundamental tomar cada vez mayor conciencia en torno a la importancia de generar una oferta que sea sostenible y sustentable a largo plazo. Tanto la comunidad como los operadores deben mantener y reforzar su preocupación por proteger sus destinos, educar a los visitantes y ser cálidos al recibir a los extranjeros, lo que facilitará que en el exterior sigamos siendo valorados como un lugar emocionante, fascinante y rico en bellezas naturales.

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Así, seguiremos entregando una experiencia seductora, lo cual es clave para que los turistas regresen y a la vez transmitan una buena impresión al volver a sus naciones de origen, impactando positivamente nuestra imagen país.

*La autora es directora ejecutiva Imagen de Chile.