A sólo una semana del XI Mundial de Polo a realizarse en Australia, bajo la modalidad de 14 goles, los actuales campeones del mundo se muestran confiados y a la espera de un resultado favorable para la escuadra local, la que deberá enfrentar a Nueva Zelanda en su primer partido del encuentro mundialista, evento que se realizará entre el 21 y 29 de octubre.
La meta de la selección chilena es retener el título obtenido en 2015 en el Club de Polo y Equitación San Cristóbal. Es por este motivo que los entrenadores Alejandro Vial y Martín Zegers están trabajando desde principios de septiembre con un grupo de 13 jugadores, para finalmente quedarse con una selección de nueve, cuyos nombres representarán a Chile en el encuentro internacional.
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Agustín Von Unger, Andrés Vial, Ignacio Vial, Romano Varcellino, José Miguel Pereira, José Miguel Zegers, José Martínez, Martín Arrau y Antonio Eguiguren son las cartas elegidas por los adiestradores chilenos. "Nuestro objetivo, de todas maneras, es defender el título del mundial pasado. Es una expectativa alta, dado el nivel de los equipos y los jugadores, pero yo creo que no podemos aspirar a menos", explica Pablo de Vescovi, gerente general de la Federación Chilena de Polo.
Uno de los principales problemas que deberán enfrentar los participantes chilenos, es el sorteo de los caballos y la falta de apoyo del público local, algo a lo que se acostumbraron en el mundial pasado que se realizó en Chile. "Siempre va a ser más difícil competir fuera de casa. Independientemente que uno no juega con los caballos propios, estando en Chile igual se conocen, así como las canchas y el club.
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También hay un cambio de horario fuerte (14 horas), por lo que hay que acostumbrarse rápido", señala Vescovi.
Estos son factores a los que los jugadores ponen atención, pero que los asumen como un reto que los incentiva a lograr mejores resultados. "Estos desafíos dan un poco de incertidumbre y, a la vez, ganas de llegar a Sidney a adaptarse. El clima no nos tiene tan asustados, estamos en el mismo hemisferio, por lo que son climas medianamente similares. Tenemos ganas de llegar luego y enfrentar a los rivales", explica Agustín Vial, seleccionado chileno y ex capitán durante el mundial pasado.
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Vial agrega además: "Tenemos la responsabilidad de defender el título. Esa es la mentalidad de este grupo".
En cuanto al sorteo, el hecho de no abrir con Australia, es una ventaja. "Está Argentina, que siempre es muy fuerte, y Estados Unidos, que fue el equipo a quien le ganamos la final pasada. En el caso nuestro, sorteamos equipos muy buenos, pero son más ganables que los anteriores", señala de Vescovi.
Así y todo, el partido con Nueva Zelanda no es sencillo. "Son tipos muy fuertes y buenos jinetes, pero quizá no tienen tanta calidad técnica con la pelota. Son ásperos y van al choque. Va a ser un partido muy duro", dice Vial.
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La preparación
Los entrenamientos del seleccionado chileno se han dado con intensidad. "El hecho de haber sido campeones en el mundial anterior da un poco de tranquilidad, en términos de que sabemos que se están haciendo bien las cosas. Llevamos bastante tiempo preparándonos con mucha seriedad y disposición, según lo que los mismos directores técnicos nos van guiando. Eso es algo que nos fortalece", asegura Vial.
Por otro lado, el equipo campeón del mundial pasado ha realizado prácticas de juego semanales y de fines de semana, como parte de su preparación para Sidney. "La gran parte de l equipo se dedica a otro tipo de actividades aparte del polo. Por ejemplo, yo trabajo y la mayoría de los demás compañeros son universitarios", manifiesta Vial, quien comenta que además, los competidores chilenos deben realizar días de gimnasio y dietas especiales.
La arena de juego
The Sydney Polo Club es el histórico recinto que albergará el próximo XI Mundial de la categoría. Este es el espacio de este tipo más antiguo del país oceánico y también uno de los más longevos del Hemisferio Sur.
Este lugar se caracteriza por sus amplias áreas verdes y campos de juego., con una extensión de 400 hectáreas, las que se encuentran en la localidad australiana de Richmond en New South Wales.
Otra de las curiosidades de este club es que en sus dependencias se grabaron algunas de las principales escenas de la película, el Gran Gatsby, protagonizada por Leonardo Di Caprio, entre otras producciones de corte histórico.
