El gobierno chino decidió aplicar medidas temporales antidumping sobre el caucho sintético importado desde Estados Unidos, la Unión Europea y Singapur después de que una investigación encontrara que este producto estaba siendo vendido a precios injustamente bajos.
Según el Ministerio de Comercio, los proveedores extranjeros han estado "desechando" caucho de clorobutilo, que se usa para fabricar neumáticos, dentro del país a expensas de las empresas domésticas.
Por esto mismo, los importadores que representan a compañías como ExxonMobil deberán pagar desde hoy un impuesto de entre 26% y 66,5%.
La medida se suma a las tarifas preliminares antidumping de 179% que Beijing impuso el martes al sorgo estadounidense y se conoce luego de que Washington aplicara aranceles de hasta 113% sobre las láminas de aluminio chinas tras determinar preliminarmente que estos bienes son subsidiados.
Todas estas acciones se producen en medio de la creciente tensión comercial entre las dos mayores economías del mundo.
Al respecto, Gao Feng, vocero del Ministerio de Comercio, declaró que China está preparada para enfrentar los efectos colaterales de la disputa.
"Somos capaces de resolver los desafíos creados por las fricciones comerciales entre China y EEUU", sostuvo.
El funcionario añadió que su contraparte se equivoca si su objetivo es limitar el desarrollo de su rival.
"Si EEUU intentar usar las políticas comerciales proteccionistas para contener el desarrollo de China y obligar a China a hacer concesiones incluso a costa de los intereses de las compañías, ha dado un paso mal calculado", citó Reuters.
Menos empleos
En tanto, los economistas de la Reserva Federal de Nueva York advirtieron que es más probable que los aranceles promovidos por la Casa Blanca sobre el acero y el aluminio destruyan empleos en vez de protegerlos o crear más planzas.
"Los nuevos aranceles probablemente llevarán a una pérdida neta en el empleo en EEUU, al menos en el corto y mediano plazo", aseguraron en un blog Mary Amiti, Sebastian Heise y Noah Kwicklis.
Los expertos añadieron que, "aunque es difícil decir exactamente cuántos empleos se verán afectados, dada la historia de proteger industrias con aranceles de importación, podemos concluir que el arancel de 25% sobre el acero probablemente costará más empleos que los que salve".