Los líderes recién instalados en China han manifestado su preocupación por el aumento del desempleo en la desacelerada economía china realizando varias apariciones públicas esta semana.

El martes, el presidente Xi Jinping hizo una visita sorpresiva a una feria de empleos en la ciudad oriental de Tianjin, mientras que Li Keqiang, el primer ministro, dio aviso que el país se enfrenta a un desafío sin precedentes en la búsqueda de puestos de trabajo para un número récord de graduados universitarios.

En una teleconferencia nacional el lunes, que tuvo una amplia repercusión en los medios de comunicación estatales de ayer, Li dijo que cerca de 7 millones de estudiantes de educación superior podrían entrar en el mercado de trabajo en julio en China, el mayor número de su historia.

Dijo que era una "tarea importante" encontrar puestos de trabajo para todos estos graduados, los que constituyen un grupo demográfico que podrían representar una amenaza para el gobierno del Partido Comunista si un gran número fueran a estar descontentos.

"En los primeros meses del año, a medida que el crecimiento económico se ha desacelerado, la evolución del empleo se ha mantenido estable, pero las presiones de trabajo permanecen y el problema del empleo para los estudiantes de educación terciaria está particularmente importante", dijo Li, según una transcripción de su discurso.

Pero Li también decepcionó a muchos inversionistas, descartando un gran estímulo o inversión dirigida por el gobierno este año.

"Para lograr las metas de desarrollo de este año, el espacio para apoyarse en las políticas de estimulación y la inversión directa del gobierno no es grande y tendremos que confiar en los mecanismos del mercado", dijo Li. Basarse en los esfuerzos del gobierno para impulsar el crecimiento "no sólo es difícil de mantener, sino que también crea nuevos problemas y riesgos".

Esta renuencia a poner en marcha medidas de estímulo parece contrastar con las políticas del antecesor de Li, Wen Jiabao, quien lanzó un enorme programa de estímulo en respuesta a la crisis financiera global, en un esfuerzo por mantener las tasas de crecimiento de China por encima del 8%. Pero también podría ser sólo un reconocimiento por parte de los nuevos líderes que no tienen el poder de fuego para estimular la economía a esa escala nuevamente.

"Los comentarios del primer ministro Li refuerzan nuestra visión de que la relajación de la política es poco probable, al menos durante el segundo trimestre, y que el crecimiento probablemente tenderá a bajar a 7,5% en el segundo trimestre y 7,3% en la segunda mitad [del año]", dijo Zhang Zhiwei, economista jefe para China de Nomura.

La economía de China creció un 7,8% el año pasado, a su tasa anual más baja en 13 años, y después de un rebote en el cuarto trimestre a 7,9% con respecto al año anterior, el crecimiento retrocedió al 7,7% en el primer trimestre.

En lugar de depender en el estímulo del gobierno, Li dijo que China necesitaba reducir la burocracia y facilitar a los emprendedores la creación de empresas pequeñas y medianas, lo que dijo representa cerca del 80% del empleo.

Debe saber

¿Qué ha pasado?
Un número histórico de universitarios se ha graduado en China lo que, sumado a una economía desacelerada ha creado preocupación por el desempleo.

¿Qué se está haciendo?
El presidente y primer ministro están poniendo sus esfuerzos en encontrar trabajos para esta nueva fuerza laboral.

¿Por qué es preocupante?
Esto es una gran amenaza para el gobierno y el Partido Comunista ya que, de no encontrar trabajo, esta gran masa de personas podrían crear una ola de descontento.

© The Financial Times Ltd. 2011