China ha dado a conocer su plan para un mercado nacional de carbono, con el que prevé crear el mayor sistema de negociación mundial para las emisiones que provocan el calentamiento de la atmósfera.
El mercado estará enfocado inicialmente sólo al sector eléctrico, dijo el martes el vicepresidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, Zhang Yong, en una conferencia de prensa en Pekín. La iniciativa supone una marcha atrás respecto a un plan anterior para incluir ocho industrias, pero el mercado de China seguirá siendo mayor que el de la Unión Europea, que abarca 1.700 empresas y alrededor de 3.000 millones de toneladas métricas de emisiones. Zhang no proporcionó detalles sobre cuándo comenzará la negociación.
[ze_adv position="adv_300x100" ]
El mayor emisor de carbono del mundo quiere usar un sistema basado en el mercado a fin de limitar las emisiones para aproximadamente 2030. El país también está haciendo grandes apuestas en proyectos de energía limpia para alcanzar su objetivo de obtener el 20 por ciento de la energía de otras fuentes distintas a los combustibles fósiles para ese año.
La introducción de la negociación de carbono en China "es otra señal fuerte de que está en marcha una revolución mundial de sostenibilidad", dijo en un comunicado el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, que ha impulsado iniciativas para reducir el uso de combustibles fósiles. "Con la introducción de políticas por parte de los principales países contaminantes a nivel mundial para apoyar el Acuerdo de París y la transición a una economía baja en carbono, está claro que estamos en un punto de inflexión en la crisis climática".
[ze_adv position="adv_300x250-A" ]
El Acuerdo de París sobre el cambio climático en 2015 reunió a unas 200 naciones, entre ellas Estados Unidos y China, en un llamamiento para limitar las emisiones combustibles fósiles en todo el mundo. Con ello, los países participantes quieren ayudar a cumplir el objetivo de la ONU de mantener el calentamiento mundial "muy por debajo" de los 2 grados centígrados. El presidente Donald Trump ha prometido retirar a Estados Unidos del acuerdo y está aplicando políticas para incentivar el uso del carbón.
[ze_adv position="adv_300x250-B" ]
Dificultades de la UE
El sistema de China introducirá una regla de límite y comercio en la que los mayores contaminadores corporativos compran créditos a aquellos con menos emisiones, y alentará a las empresas a reducir las emisiones para que puedan vender las asignaciones no utilizadas. Las compañías que emitan más de 26.000 toneladas de carbono anualmente se incluirán en el mercado, aunque ese umbral podría reducirse en algún momento, según la comisión.
El país asiático sigue adelante con su plan comercial pese a que estrategias similares en la Unión Europea y en otros lugares están teniendo problemas. La UE fue la primera en requerir permisos de carbono, en 2005, pero el precio se desplomó porque las naciones participantes entregaban demasiadas asignaciones de forma gratuita.
[ze_adv position="adv_300x250-C-net" ]
Australia derogó su impuesto sobre el carbono en 2014 y descartó planes para la comercialización de permisos después de que se atribuyese a las medidas la destrucción de puestos de trabajo. No obstante, existen mercados de carbono en diversas formas en California, Nueva Zelanda y Corea del Sur, que intentan aprender de estos errores.
China lleva probando programas piloto en algunas regiones desde 2013, en los que los valores de transacciones totalizaron 4.500 millones de yuanes (US$680 millones) hasta septiembre, dijo Li Gao, funcionario del departamento de cambio climático de la comisión, en una rueda de prensa en octubre. La agencia dijo el martes que las empresas que cumplan los requisitos para el sistema nacional dejarán de participar en los proyectos pilotos.