Ciudad de Detroit ofrece casas gratis para escritores emergentes




¿Eres escritor, estás empezando y fantaseas con la inspiración de lugares como Nueva York pero no puedes pagarla? La ciudad de Detroit ofrece casas gratis para toda la vida a cambio de convertir un barrio abandonado en una colonia de novelistas. La asociación Write-A-House ha hecho un llamamiento a narradores, poetas y periodistas de todo el mundo para que se muden a Detroit y contribuyan a revitalizar la decaída ciudad del automóvil, que ahora lidia además con la peor quiebra municipal de EE.UU.

El trato es tentador: los escritores reciben una casa gratis para siempre a cambio de completar su renovación, hacer lecturas públicas en la ciudad, participar en un blog colectivo y ser parte activa de la futura comunidad de creadores.

El perfil que se busca es el de escritores emergentes que acrediten su talento, tengan bajos ingresos y estén motivados para convertir Detroit en su lugar de residencia permanente por, al menos, dos años. Durante ese tiempo, los escritores se comprometen a que la casa que han recibido sea su primera residencia, un hogar por el cual no tendrán que pagar alquiler, solo los costes del seguro y los impuestos de la propiedad.

Si han cumplido sus deberes de "buenos ciudadanos literarios", después de esos dos años la casa se les cede para toda la vida, con la intención de que se conviertan en vecinos estables del que para entonces será ya un dinamizado barrio de creadores. Write-A-House ha recaudado en muy poco tiempo US$5.600 de los US$25.000 necesarios para que las tres primeras casas de escritores estén listas esta primavera.

Hasta el momento, más de 200 escritores han solicitado ya participar en el proyecto. "No será Beverly Hills, pero quizás también está bien. Creemos que hay escritores ahí fuera interesados en formar parte del Detroit de hoy en día. O quizás solo quieren una casa", reza la presentación de la campaña.

La comunidad artística de la ciudad ha recibido de muy buen grado esta insólita iniciativa, especialmente ahora que lo económico y lo cultural convergen más que nunca. Los organizadores de la campaña también trabajan con la idea de que si un grupo de escritores con talento se muda a la ciudad, esta se convertirá probablemente en escenario de sus futuras obras, lo cual ofrecerá una nueva imagen de un Detroit vapuleado y en los huesos por la crisis automovilística y la corrupción.

La pésima situación financiera de la ciudad no solo ha hecho peligrar las pensiones y otras prestaciones públicas, sino que ha dejado una ciudad con 78.000 edificios vacíos, de los cuales 38.000 se encuentran en un estado peligroso.

En este contexto, Write-A-House quiere demostrar que la cultura no es algo superfluo de lo que se pueda prescindir cuando llegan los recortes económicos sino que, bien al contrario, es un activo que puede convertirse en el motor de una recuperación basada, esta vez, en la imaginación y no en los neumáticos.

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