Tensa. Así definieron los asistentes a la junta de accionista de Clinica Las Condes (CLC) la elección de directorio que se vivió ayer en la entidad.
La mayor accionista individual de CLC, Cecilia Karlezi (quien tiene un 20,5% de la propiedad) se quedó con dos directores en la mesa: el primero de ellos es Alejandro Quintana, socio principal y fundador de Grasty Quintana Majlis & Cia y quien ya había sido representante de la empresaria en el directorio, pero renunció tras conocerse el error contable de la firma, aucsando conflictos de interés en la empresa. El segundo es Miguel Ortíz, quien iba como candidato independiente.
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Por su parte, el actual presidente de la Clínica, Andrés Navarro, logró ser reelecto. Con el apoyo de Navarro también resultó vencedor el independiente Francisco Javier Silva. Además, Luis Manuel Rodríguez se quedó con un lugar en la mesa en representación de Inmobiliaria Conosur, y Alberto Eguiguren con apoyo de fondos como BTG.
La mayor novedad fue la entrada de tres médicos a la mesa, dos más que en el directorio anterior. El primero es Alfredo Misraji, quien logró ser reelecto con el apoyo del comité ejecutivo (médicos electos por votación) y la Asociación Gremial Las Condes (formada por un grupo de doctores en 2016, a los que informalmente llaman "el sindicato de CLC"). También formará parte de la mesa Jorge Rufs, quien encabeza el comité ejecutivo y la Asociación Gremial Las Condes, y el ex director de la Clínica, Carlos Schnapp.
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Las candidaturas de algunos médicos han provocado la división al interior de CLC, donde hay dos bandos que se han posicionado: aquellos que buscan que haya doctores en la mesa, y quienes están en contra de que sean los mismos médicos que ejercen actualmente en la clínica los que lleguen al directorio, acusando un conflicto de interés.